Hace ya mucho tiempo que no escribo sobre los cuidados del hormigón, así que hoy trataré otro de los puntos importantes a tener en cuenta a la hora de ejecutar cualquier elemento de hormigón.
Hoy hablamos de los calzos separadores para hormigón.
Si ya has leído alguno de los otros post sobre cuidados del hormigón sabrás que el objetivo que persigo no es tanto la técnica de la utilización de los separadores en el hormigón, sino más bien el objetivo es concienciar a los que los colocan (o deben colocar) para que conozcan la gran importancia que tienen estos elementos y, por lo tanto, la gran responsabilidad que tienen los que lo colocan de hacerlo correctamente, ya que las consecuencias de no hacerlo pueden ser muy perjudiciales para cualquier elemento de hormigón que se esté ejecutando.
En muchas ocasiones, los que lo colocan lo hacen (o no) simplemente porque se lo dicen, pero si no conocen de la importancia de hacerlo pueden tener la tentación de no hacerlo correctamente o de no hacerlo en absoluto.
¿Cuántas veces has tenido que exigir que se coloquen los separadores frente a una actitud de «ya está el caprichoso del técnico pidiendo que perdamos el tiempo en tonterías»? Pues cuando te pase envía a esos operarios a este post, pues pretendo hacerles ver la responsabilidad que tienen en sus manos.
Bueno, pues dicho esto, vamos al grano ¿no?
¿Porqué son tan importantes los calzos separadores para hormigón?
Para conocer la importancia de los calzos separadores hay que hablar primero de la durabilidad del hormigón.
A pesar de lo que pueda parecer, el hormigón no es un material eterno, en absoluto, sino que tiene una vida útil que puede verse afectada por diversos factores. Uno de ellos es la carbonatación.
En realidad, la carbonatación no daña al hormigón (más bien incrementa su dureza, como se explica en el blog www.patologiasconstrucion.net ), sino que afecta a las armaduras de acero del hormigón armado, ya que provoca que se oxiden y acaben siendo un punto de fallo del elemento de hormigón y afectando a la durabilidad del hormigón, es decir, el periodo de tiempo durante el que el elemento de hormigón mantiene sus propiedades resistentes.
La carbonatación, haciéndolo muy simple y que me perdone mis profesores de la escuela, es un proceso por el que el ambiente exterior penetra en el hormigón a través de los poros, modificando el PH del mismo. Gracias al PH del hormigón, las armaduras no se oxidan, pero al verse modificado este PH sí que lo hacen.
Este proceso de carbonatación no afecta a toda la pieza de hormigón, sino que se queda en los primeros centímetros de espesor (según también la cantidad y tamaño de los poros, por eso también la importancia de un buen vibrado del hormigón) por lo que es muy importante que las barras de acero no se encuentren en esos primeros centímetros que son alcanzados por la carbonatación.
De ahí la tremenda importancia de los calzos separadores, pues son los encargados que hacer que el acero se mantenga a una distancia tal de la superficie, que no sean alcanzados por la carbonatación.
Los calzos separadores se encargan de mantener las barras de refuerzo alejadas de la superficie de la pieza de hormigón para que no sean alcanzadas por la carbonatación y se acaben oxidando.
Esta sería una de las funciones de los calzos separadores para hormigón, pero si eres de los que te da pereza colocarlos, todavía te puedo dar más razones.
En el caso de las soleras de hormigón o las capas de compresión de forjados sabes que se coloca un mallazo que colabora para evitar la fisuración debida a retracciones de la masa. Bueno, colabora siempre que se encuentre el mallazo en la posición adecuada, es decir, en la mitad superior del espesor, ya que de lo contrario lo único que consigue es añadir peso y coste al elemento sin que sirva para nada.
Bien, pues al contrario de lo que muchos estarán pensando, la correcta posición de este mallazo no se consigue «a ojo» tirando de él por medio de ganchos cuando se acaba de verter el hormigón, sino que esto se consigue mediante la colocación de calzos separadores que mantienen la posición adecuada del acero.
Otra función es la de mantener la posición de los armados, no solo para evitar que estén demasiado cerca del exterior de la pieza, sino también para garantizar la continuidad de los armados, por ejemplo, en el caso de pilares, ya que en caso de que el armado del pilar inferior se desplace de su posición, no coincidirá correctamente con el de la planta superior, lo que acabará ocasionando que se tenga que hacer trabajo extra de enderezar y llevar a su sitio.
Eso acaba saliendo más caro que colocar unos simples separadores ¿no crees?
Como ves, el armado de la imagen te puedes imaginar que hubo que corregirlo para coincidir con el armado del pilar de la planta superior, bueno, más bien se derribó para hacerlo de nuevo, por lo que de haber colocado los calzos se habrían ahorrado trabajo, tiempo y dinero, además de una tremenda bronca y enfado monumental del aparejador de la obra.
¿Te imaginas quién era ese malvado y caprichoso aparejador que obliga a derribar un pilar por no estar bien ejecutado? 😉
En muchas ocasiones, la colocación de calzos separadores para hormigón evita fallos que se convertirán en pérdidas de tiempo corrigiéndolos, en el mejor de los casos o en costosas reparaciones en el peor. Con lo baratos que son los separadores.
Hay muchas más funciones que cumplen los calzos separadores, pero por no aburrirte solo comentaré una más, que es la función de dejar el espacio suficiente entre el armado y el fondo de encofrado, o los laterales del encofrado, para permitir el paso del hormigón, ya que en caso de que el acero esté demasiado próximo al borde puede que los propios áridos de la mezcla impidan el paso de la masa, provocando coqueras que aparecerán cuando se desmolde la pieza.
De nuevo, la absurda manía de no colocar calzos vemos que trae más trabajo, pérdida de tiempo y de dinero en la reparación de algo que se podría haber evitado de una manera muy fácil, solamente colocando los calzos suficientes y de una manera correcta.
Tipos de calzos separadores
Tengo que decir que no soy ningún experto ni he hecho ningún estudio específico sobre tipos de calzos separadores, así que seguramente me dejaré muchos sin mencionar, pero al menos sí que quiero comentar los que conozco por ser de uso habitual en edificación.
Si atendemos al material del que están fabricados podremos encontrarlos de plástico o de hormigón.
En caso de ser de hormigón, éste debería ser de características similares al hormigón que vayamos a verter y, en caso de que sean calzos de plástico, hay que tener la precaución de que ocupen el menor volumen posible y que estén diseñados de manera que permitan al hormigón envolverlos completamente, sin dejar huecos entre las partes del calzo.
A modo de curiosidad, haciendo un poco de abuelo cebolleta (que mayor me voy haciendo) te contaré que cuando estuve trabajando en Grecia, en la fase de ejecución de muros pantalla los trabajadores se preparaban sus propios separadores de hormigón.
Tenían hecha una plantilla metálica que llenaban con el hormigón que sobraba en cada vertido, de manera que al endurecer lo desencofraban y tenían sus propios calzos.
Aquí en España no lo he visto hacer, pero por lo visto allí es lo más habitual.
Estas piezas de hormigón que ves en la imagen las ataban al armado del muro pantalla en posición vertical y con la parte más plana hacia el interior, de manera que, al tener esa curva en los extremos, permitía que deslizara junto con el armado al bajar la pantalla sin que se moviera de su posición.
La verdad es que me resultó muy ingenioso.
Si los clasificamos por la posición en que se colocan habría que mencionar los que se colocan para separar de laterales de encofrados, como los de rueda que hemos visto antes. No tienen que resistir el peso del armado, por lo que no precisan tener resistencia, únicamente cumplir con la función de mantener la separación con la cara exterior.
Sin embargo, los calzos que se colocan bajo el armado sí que precisan soportar el peso del acero, que en ocasiones puede llegar a ser un peso muy elevado, por lo que tienen que tener cierta resistencia para no deformarse bajo ese peso.
Luego tendríamos también los que tienen la misión de mantener los mallazos en su posición, separados de la cara superior de las bovedillas. Suelen ser ruedas de plástico sobre las que apoya el mallazo.
Desde luego, lo que jamás se debería utilizar son materiales de la propia obra, como ladrillos o trozos de bloque de hormigón.
Sí, ya sé que es habitual, pero no es nada recomendable ya que son materiales que tienden a absorber agua a través de sus poros, lo que acaba haciendo que esa agua acabe en contacto con el acero al que sirven de apoyo y por lo tanto facilitan la oxidación del mismo.
Algunas sugerencias de colocación
Espero que hayas llegado a este punto convencido de la importancia de la colocación de calzos separadores para hormigón, así que ahora, ya que sabes que hay que colocarlos, déjame que te diga algunos puntos a tener en cuenta para que, ya que los ponemos, ponerlos bien.
Los calzos deben ir colocados sobre la barra más exterior del armado, ya que de lo contrario estaríamos perdiendo espesor de recubrimiento. Si hay previsto un recubrimiento de 3-4 cm, pero tenemos una barra de 16 más exterior que la que hemos utilizado para colocar el calzo, estaremos perdiendo 1,6 cm de recubrimiento, por lo que el recubrimiento que en principio debería ser de 3-4 se queda en 1,4-2,4cm, muy inferior a lo que se precisa para evitar la carbonatación.
En el caso de la imagen, lo correcto sería haberlos colocado sobre los estribos, de manera que no se perdieran esos 6mm de recubrimiento. Además, si se coloca sobre la barra principal, como en la imagen, se corre el riesgo de que se pueda separar dicha barra del cerco debido al peso, así que mejor colocarlo en su posición correcta.
Otro punto a tener en cuenta es el atado o la sujeción de los calzos. Cuando se hormigona es inevitable que el armado sufra movimientos, así que si el calzo no se encuentra bien fijado es muy probable que vuelque y que por lo tanto deje de cumplir con su función.
Para esto son mucho mejores los calzos de plástico, que ya llevan sistemas clipados que hacen casi imposible que se vuelque el elemento, pero aún así, hay que asegurarse que se ha clipado correctamente.
Otro tema que se suele comentar en las obras es la cantidad de calzos que hay que colocar, o más bien, cada cuánto hay que colocar calzos separadores.
La casuística es muy amplia y habría que ir a la EHE para conocer las distancias adecuadas en cada caso, pero a modo de «número gordo», en losas habría que colocar calzos a no más de 50 veces el diámetro de la barra del armado principal, sin superar nunca el metro de separación entre calzos.
En las vigas la distancia entre calzos sería de un máximo de un metro, colocando siempre dos separadores en cada esquina de los estribos.
En los extremos de los encofrados habría que colocar siempre, sin excepción.
En los pilares no deberían estar a una separación mayor de 100 veces el diámetro, colocando a esa distancia en los cuatro planos del pilar, a razón de dos por cada cara como mínimo. Por supuesto en los estribos.
En muros no deberían estar separados más de 50cm, siempre sobre el armado más exterior de cada cara.
Conclusión
Pues nada, espero que, si eras de los que no colocaba calzos separadores para hormigón por no tenerlos a mano, por no conocer su verdadera importancia o simplemente porque te resultaba más sencillo no colocarlos, te haya servido el post para conocer que sí que tienen una importancia fundamental en la ejecución de elementos de hormigón, pues afecta directamente en la durabilidad del hormigón.
Sí, ya sé que no va a pasar nada hasta dentro de 20 años y que tu ya no estarás ahí, pero… ¿No te quedas más a gusto cuando sabes que has hecho las cosas bien?
Si he conseguido concienciarte me quedaré contento, es el objetivo principal tanto de este post como los del resto de la serie de cuidados del hormigón.
Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:
La importancia de un buen vibrado del hormigón
Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón
Si no eres de los que ejecuta sino que eres de los míos, de los que supervisamos, espero que el post te sirva para mostrárselo a aquellos que siempre protestan por la colocación de separadores, esos a los que tienes que repetir una y otra vez que es importante su uso.
Así que ya sabes, evítate explicaciones, envíalos directamente al post para que lo vean ellos mismos.
Si te ha parecido interesante no olvides compartirlo con tus contactos en las redes sociales, quizá a alguno de ellos también le interese. Gracias.
Muy buena info. Gracias
muy necesaria la información gracias, ¿sabes si los separadores de plástico deben cumplir alguna norma de resistencia o no?
Muy buena info, me fue muy util. Gracias
Me alegra que te haya servido 🙂
Magnífico artículo.
Como nota curiosa, en mis primer obras alucinaba cuando escuchaba a los obreros gritarse pidiendo caramelos y rosquillas para colocar en el hierro. Hasta que me di cuenta que «caramelos» eran los separadores de hormigón, y «rosquillas» los separadores redondos de plástico.
La de veces que hice cambiar tambíén los separadores de la cimentación, al llegar a la obra y ver todas las zapatas apoyadas sobre ladrillos «porque es más cómodo»…
Que buen artículo, Enrique! Me gusta especialmente como resuelve dudas típicas, incluso para los que no saben tanto, y así poder tener un poco más controlados a algunos constructores (ej.: no mezclar restos de obra en hormigón!) Un saludo, que vaya muy bien!
Gracias por tus comentarios Enrique son muy claros y didácticos. Esta mañana precisamente, antes de hormigonar, pase a revisar el armado y tras ver que no estaban los separadores como le dije al constructor, decidí suspender el hormigonado hasta la colocación de los separadores y su posterior revisión….hay que hacer las cosas bien, que la gente se deja sus ahorros en sus viviendas y tenemos que ofrecerles el mejor servicio. Saludos
Gracias a ti Javier.
Has hecho bien y tienes mucha razón, los compradores hacen la mayor inversión de su vida y se merecen que tengamos en cuenta hasta el último detalle, aunque nos suponga viajes adicionales a revisar de nuevo lo que debería estar bien ejecutado a la primera, sobretodo por una causa tan… estúpida como esta.
Gracias de nuevo y nos vemos por aquí.
Un abrazo
Todos tus posts en general, para alguien como yo, que todavía estoy en la ETSIE, son apuntes. Gracias por compartir tu experiencia y tu profesionalidad. Eres un ejemplo!!
Gracias Jesús, me alegro que te sirvan los posts. De ejemplo nada, solo comparto.
Un saludo y suerte en los estudios