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Técnicas no destructivas para diagnóstico de elementos constructivos (y II)

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Como ya estuve comentando en la primera parte del artículo, en esta segunda parte pretendo describir algunas de las técnicas no destructivas utilizadas para la inspección de edificios, ya sea para evaluar o detectar daños como para realizar un estudio estructural o funcional del mismo para poder redactar un proyecto de rehabilitación adecuado, conociendo perfectamente las partes del edificio en las que es necesaria una intervención, o bien para comprobar la calidad de lo ejecutado en obra nueva, estudiar suelos, capacidad resistente de elementos estructurales o un sinfín de aplicaciones.

No pretendo en el artículo hacer ninguna tesis de cada una de las técnicas, pues para eso existe multitud de bibliografía en la que se pueden consultar y estudiar a fondo los métodos empleados, los principios físicos que utiliza cada técnica, la interpretación de resultados y en definitiva todo lo que se tiene que saber para conocerlas a fondo.  Hay que tener en cuenta que para la perfecta utilización de alguna de las técnicas, existen cursos formativos de duraciones que alcanzan el año, por lo que es evidente que el lector no puede esperar aprender a utilizar cualquiera de las técncas que voy a comentar únicamente con éste escrito.

Sí pretendo sin embargo, que con la lectura del artículo se pueda conocer el funcionamiento básico de cada uno de los métodos, el campo de aplicación y el fundamento físico básico que utiliza para realizar las mediciones, ya que no es habitual (al menos en la escuela de Arquitectura de Valencia donde yo estudié) que se mencionen éstos métodos durante los estudios universitarios básicos, habiéndo adquirido los conocimientos gracias a cursar un Máster de Técnología de la Edificación.  Desde aquí hago un llamamiento para que éste tipo de técnicas sean estudiadas como temario básico en carreras técnicas.

Por todos es sabido que el caracter del entorno de la construcción no es precisamente innovador, por lo que la principal pretensión del artículo es la divulgación, mostrar a técnicos y demás agentes que pueden intervenir en el proceso edificatorio la existencia de éstas técnicas para que poco a poco el sector las vaya aplicando, partiendo del conocimiento de su existencia, y poder así aprovechar las mejoras que nos pueden llegar a permitir.

Las técnicas que se van a comentar son:

  • Esclerómetro o medición del índice de rebote.
  • Ultrasonidos o medición de velocidad de propagación de ondas.
  • Georradar.
  • Termografía.

Pasemos por tanto ahora a comentarlas una por una.

Esclerómetro o medición del índice de rebote

Es este quizá el método menos fiable, aunque el más económico en cuanto a su adquisición y utilización.  No precisa además de amplios conocimientos para la interpretación de resultados, aunque si que hay que tener en cuenta la manera en la que se realiza la medición para que sea adecuada.

En realidad, su aplicación no esta dirigida a la rehabilitación, utilizándose en mayor medida para comprobar resistencia de elementos estructurales nuevos de hormigón armado.

Se basa en la respuesta de la superficie del elemento a inspeccionar en función de la rigidez que ofrece la misma, de manera que se mide el rebote que se produce al golpear con el esclerómetro.  Es un indicador de la dureza superficial del hormigón.

Como comento, puede dar una aproximación a la resistencia únicamente de la superficie, por lo que cualquier elemento que se encuentre embebido cerca de ésta superficie puede dar lugar a lecturas equivocadas, como es el caso de barras de acero en elementos de hormigón.  Es por ello que se realizan diferentes golpeos en una misma área, de manera que se extrae un valor medio de todos los golpeos realizados.

Con el valor obtenido, se introduce en una tabla mediante la cual podemos aproximar el valor de resistencia.  El ensayo no es del todo fiable en cuanto al valor obtenido, aunque si que es bastante indicativo de la existencia de algún tipo de merma de resistencia.  Es decir, si un elemento debería dar un valor de 30N/mm2 y el valor obtenido con el esclerómetor es de 16N/mm2, es posible que no sea ese el valor de la resistencia real del elemento, pero me indica que ese elemento debe ser vigilado y ensayado por otro método más fiable.  Nos sirve por tanto para realizar una primera criba de elementos a inspeccionar.

Si pinchas aquí, podrás acceder a un directorio de empresas fabricantes de esclerómetros, de donde podrás encontrar información más concreta sobre ésta técnica.

Vista de esclerómetro

Esclerómetro

Ultrasonidos o medición de la velocidad de propagación de ondas

Esta es una técnica mucho más precisa que la anterior, ya que parte de una calibración que nos acerca mucho más a los valores reales cuando obtenemos una medición, siendo un complemento muy indicado para combinar con el método anterior.

Es bien sabido que la velocidad de propagación de ondas elásticas a través de un sólido se encuentra muy condicionada por diferentes factores como la mineralogía del material, la textura, la densidad, la porosidad el grado de humedad, la temperatura o la presión, por lo que al estudiar la velocidad obtenida en un determinado medio, se puede deducir mediante ésta técnica valores que nos ayuden a valorar el estado del elemento, su reistencia, su grado de humedad y muchos otros datos.

Para poder relacionar la velocidad de propagación obtenida en un determinado elemento con la calidad del mismo, es necesario relacionar dicha velocidad con la obtenida en una calibración previa, siendo necesaria la medición de elementos en buen estado que nos sirvan de referencia con los que poder comparar los resultados obtenidos en los elementos de los que queremos obtener valores.

Esto se realiza mediante la extracción de testigos, sobre los cuales se realiza una medición de velocidad ultrasónica y a continuación se rompen para averiguar su resistencia.  De ahí podemos deducir que determiandas velocidades corresponden a determiandas resistencias con lo que, al medir el elemento a inspeccionar podemos deducir resistencias por encima de los testigos en caso de velocidades de propagación mayores y resistencias por debajo de las de calibración para velocidades menores.

Como comentaba, es un complemento muy adecuado a la técnica del esclerómetro en el caso de estructuras de hormigón, ya que una vez tenemos calibrado el equipo de ultrasonidos, no es necesario realizar una medición sobre por ejemplo toda una planta de pilares.  Únicamente mediremos la velocidad de propagación de ultrasonidos en aquellos sobre los que el ensayo de dureza superficial nos haga sospechar de una merma de resistencia del pilar, evitando ensayar con los ultrasonidos, un método más costoso) todos los pilares de una planta.

Éste método se puede utilizar también para medir el grado de humedad, estado de conservación o la resistencia de vigas de madera en estructuras a rehabilitar, pudiendo combinar la técnica con la termografía de modo similar al que comentábamos para estructuras de hormigón, es decir, buscando variaciones de humedad con la cámara termográfica y ensayando dichas zonas con ultrasonidos para obtener valores concretos.

Ultrasonidos

Ultrasonidos

Georradar

Esta es una de las técnicas de ensayos no destructivos sobre las que seguramente más estudios se están realizando en la actualidad para encontrar aplicaciones directas en el sector de la construcción y la rehabilitación, ya que las primeras publicaciones sobre el tema aparecieron sobre los años 70.

La técnica se basa en la emisión y detección de ondas electromagnéticas, las cuales al incidir en eterogeneidades del medio estudiado provova diferencias en las ondas recibidas.  Esto es debido a que cada material tiene unas características electromagneticas diferentes, las cuales provocan reflexiones diferentes en función del medio en el que se propagan, pudiendo averiguar los puntos de interfase gracias a la diferencia de la onda recibida.

A partir de las ondas detectadas, se pueden medir los tiempos de llegada de las mismas, es decir, el tiempo que han tardado en ser emitidas, rebotar en uan interfase entre dos materiales y ser recibidas, de manera que podemos averiguar sabiendo la velocidad de la onda emitida la distancia a la que se encuentra dicha interfase, que puede ser una irregularidad en el material, un hueco, una fisura, una armadura en hormigón o un sinfín de cosas que nos permite detectar éste método.

Los datos obtenidos se leen a través de radargramas, en los cuales se pueden ver discontinuidades en el material que, tras su estudio y procesado nos permite obtener los datos que necesitamos sobre el estado del material, la profundidas a la que se encuentran armaduras, la posición de las mismas, espesores, oquedades, etcétera.

Radargrama

Radargrama

Aunque a simple vista la interpretación de un radargrama como el de la imagen pueda parecer imposible, no lo es tanto con unas pequeñas nociones técnicas, aunque evidentement el ainterpretación experta requiere de una formación específica muy intensa y un gran conocimiento de las propiedades físicas de las ondas electromagneticas.

En el radargrama se puede obtener la amplitud de la onda recibida y los tiempos dobles de llegada, es decir, el tiempo en el que la onda se emite y regresa a la antena receptora.  Las distintas coloraciones que se observan en el radargrama indican la amplitud, que puede diferenciarse mediante zonas más claras o más oscuras (como el de la imagen) o bien mediante cambiós de color, según la escala que estemos utilizando.  La elección de la escala a utilizar será función de las diferencias de amplitud que pretendamos detectar, es decir, la mayor o menor diferencia entre materiales a detectar.

En el eje vertical se representan los tiempos dobles de llegada, con lo que podemos llegar a averiguar la profundida a la que se encuentra una anomalía detectada.

Con la técnica del georadar podemos llega a hacer mapas 3D de grandes áreas, lo que nos permite obtener imágenes bastante claras de las anomalias que se puedan encontrar.

Puede ser empleada en multitud de aplicaciones relacionadas con al edificación, desde averguar la posición y profundidad de armaduras en hormigones hasta averiguar la estructura interna de una viga de madera en una rehabilitación, aunque todavía se encuentra en una fase inicial del desarrollo de la técnica en nuestro campo, pero ya se van llevando a cabo inspecciones con resultados muy positivos.

De hecho, una de las aplicaciones que a mi me parecen más interesantes es la del estudio de suelos, que hasta ahora se está realizando a base de realizar perforaciones puntuales en un terreno y extrapolando los resultado al resto de la superficie del mismo, encontrando en muchas ocasiones suelos en perfecto estado en los puntos inspeccionados pero con deficiencias puntuales en otras zonas de la superficie que no pueden ser descubiertas más que en el momento de realizar la excavación, en caso de que sea un defecto superficial o al detectar grietas y asentamientos no esperados en el caso de que se trate de deficiencias más profundas.  Sin embargo, gracias a la técnica del georradas será posible obtener datos de toda la superficie del subsuelo sobre el que se va a ejecutar una edificación.  Desgraciadamente no es todavía una técnica regulada para este tipo de inspecciones y aún no se considera válida como estudio geotécnico de un terreno.

Otra de las ventajas del sistema es que es transportable en la mayoria de los casos, por lo que se puede utilizar in situ sin un gran despliegue de medios, como se puede ver en el video si pinchas aquí.  Se trata de un video en el que uno de los principales fabricantes de equipos de georadar, GSSI, nos muestra la aplicación de uno de sus equipos para inspección de estructuras de hormigón.

Algunas de las multiples aplicaciones en las que se puede utilizar el georadas son:

  • Determinación de espesores en firmes, soleras, forjados…
  • Estados de subsuelo debajo de losas de hormigón ya ejecutadas.
  • Determinar la posición de armaduras en elementos estructurales de hormigón.
  • Estado interno de hormigónes en vigas, pilares, losas…
  • Detección de problemas en cimentaciones.
  • Estudios de terrenos.
  • Localización de restos arqueológicos.
  • Localización de cavidades.

La lista podría ser interminable, aunque considero que con las comentadas el lector se puede hacer una idea del enorme campo de aplicación de ésta técnica.

Termografía de infrarojos

Es otra de las técnicas que me parecen más intereantes para el estudio de edificaciones, aunque en este caso su aplicación se encuentre limitada por la escasa profundidad a la que podemos acceder.

Erroneamente se considera en muchas ocasiones al equipo de termigravimetría de infrarrojos o cámara de infrarojos como un termómetro con el cual es posible medir directamente la temperatura de grandes superficies, aunque lo que el equipo registra en realidad no es la temperatura, sino la radiación de ondas electromagnéticas que son emitidas por los materiales.

Es uno de los métodos que más desarrollo se prevé en los próximos tiempos debido en gran parte a las nuevas legislaciones de eficiencia energética que están entrando en vigor, las cuales obligarán cada vez más a vigilar y controlar los aislamientos en viviendas de nueva construcción y el estado de las fachadas para las rehabilitaciones.

Efectivamente, éste es una de las técnicas idoneas para realizar mediciones de pérdidas y ganancias térmicas de los edificios, permitiéndonos detectar facilmente zonas con defectos de aislamientos, puentes térmicos, etcétera.  Además, permite una fácil e inmediata interpretación de resultados, simplemente viendo las imágenes a traves de la pantalla de visualización del equipo.

Imagen Termografica

Imagen termográfica obtenida en www.ebuilding.es

Imagen termográfia

Imagen termográfica obtenida en www.inspeccionestermograficas.es

Como se ha dicho anteriormente, lo que se obtiene con el equipo de termografía de infrarojos no es la temperatura del material, sino la energía que emite.  Se puede deducir la temperatura de una superficie a partir de la emisividad del material que la compone.  Evientemente en una fachada la cantidad de materiales que la componen es muy elevado, por lo que las temperaturas obtenidas son en realidad temperaturas relativas, aunque la imagen obtenida nos permite detectar anomalías en el comportamiento térmico de la superficie estudiada.

Las aplicaciones de ésta técnica son también innumerables, entre las que destacaría las siguientes:

  • Detección de conducciones empotradas, como por ejemplo en suelos radiantes.
  • Fallos de aislamiento en fachadas.
  • Detección de humedades, ya que l aemisividad de los materiales varía con el grado de humedad.
  • Detección de grietas y fisuras superficiales en materiales.
  • Detección de montantes metálicos en sistemas de tabiquería seca (pladur)
  • Detección de excesos de temperatura en instalaciones electricas
  • Detección de estructura interna de madera.
  • Localización de fugas de agua.
  • Estudio de envolvente térmica de edificios existentes.

Otras muchas aplicaciones me dejo sin enumerar en la lista, pero creo que las comentadas ilustran perfectamente las enormes posibilidades de la técnica.

Una de las ventajas de la utilización de la termografís de infrarojos es la facilidad de interpretación de los datos obtenidos, ya que al ser éstos muy gráficos se pueden averiguar facilmente puntos anómalos en las imágenes obtenidas sin una cualificación especifica, aunque como siempre, para una inspección realmente seria y una perfecta interpretación de resultados son necesarias intensas jornadas formativas para conocer los fundamentos físicos de la técnica.

Otra de las ventajas es la relativa economía de los equipos, ya que desde unos 1000 € es posible adquirir una cámara de termografía.  En mi opinión, debería ser uno de los equipos imprescindibles para cualquier técnico que vaya a trabajar en temas como la rehabilitación energética de edificios, la inspección de eficiencia energética o el control de calidad de aislamientos de la edificación.

Uno de los inconvenientes es la escasa profundidas que podemos alcanzar mediante ésta técnica, ya que escasamente podremos obtener datos a una profundidad mayor de un par de centímetros.

En el siguiente video realizado por la firma FLIR, una de las empresas más importantes en la fabricación de cámaras termográficas, se puede ver perfectamente explicada la aplicación de la técnica.

 Para finalizar, comentar la gran cantidad de técnicas de ensayo no destructivas que me he dejado por describir, aunque considero que las mencionadas en el artículo son las más representativas y las que tienen una aplicación más directa en el ámbito de la edificación y la rehabilitación.

Seguramente en futuros artículos describiré otras como la técncia del penetrómetro para inspección de elementos estructurales de madera, métodos ECO, de emisión acústica u otros de aplicación más específica para la rehabilitación patrimonial como la microscopía electrónica de barrido, la difracción de rayos X, etcétera.

Seguramente, muchos de vosotros teneis mayor conocimiento sobre el tema tratado, por lo que os animo a que os pongais en contacto conmigo para que pueda ampliar la información y mejorar el artículo, seguro que los compañeros que no los conocen lo agradecerán.

Si te ha resultado interesante el artículo… ¡COMPARTELO! Quizá a tus contactos también les resulte de interés.

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17 Respuestas a Técnicas no destructivas para diagnóstico de elementos constructivos (y II)

  1. Protecval Pavimentos Continuos 7 abril, 2017 en 11:00 #

    Gracias por publicar un artículo tan interesante y útil sobre estas técnicas de diagnóstico para la construcción, sin duda a tener en cuenta.

    • Enrique Alario Catalá 7 abril, 2017 en 19:17 #

      Gracias a ti, un saludo

  2. Alicia 24 marzo, 2017 en 21:26 #

    Felicidades por un artículo tan completo y detallado.

    • Enrique Alario Catalá 7 abril, 2017 en 18:57 #

      Muchas gracias

  3. elias 11 julio, 2012 en 9:46 #

    esta camera sirve para detectar fuga en tuberia de agua empotrada no suelo

  4. jmcaballero 15 septiembre, 2011 en 11:28 #

    Hola Enrique,

    Son muy interesantes tus posts que los encontré a través de TW. Te escribo desde Madrid y colaboramos con un ingeniero para temas de termografía infrarroja y nuestra experiencia nos hace estar totalmente de acuerdo con el comentario de Termograph.
    Los equipos termográficos para edificación son extraordinariamente caros dado que requieren un alto grado de sensibilidad por la poca amplitud térmica de los elementos que quieres inspeccionar. Además nos encontramos la inexistencia de normas UNE que lo regulen, siendo imprescindible utilizar termopares ENAC para calibrar la máquina, si los quiers usar en demandas (como es nuestro caso).
    En cuanto a las certificaciones energéticas, como parece frecuente en España por la influencia de ciertos Lobbys, tenemos una normativa deficiente que solo tiene en cuenta el plano teórico, cuando sabemos que lo importante es una correcta ejecución, que no deja de ser algo artesanal y susceptible de tener deficiencias.
    Actualmente la termografía en edificación solo la estamos utilizando como complemento a las demandas de contaminación térmica por actividades en locales adscritas a comunidades de propietarios.
    En lo relativo al mantenimiento de maquinaria industrial, se hace muy dificil ver a los clientes potenciales que la termografía puede preveer averías de los equipos y el consiguiente ahorro de tener una maquina parada.
    Creo que si no nos unimos y presionamos a la administración competente, poco podremos hacer para mejorar la eficiencia energética en los edificios. La inspección técnica de edificios no debe ser solo visual y tambien debe incluir a ese gran desconocido que es el aislamiento térmico.

    Un abrazo muy fuerte a todos.

    • Enrique Alario Catalá 16 septiembre, 2011 en 0:48 #

      Muchas gracias por tu acertado comentario, tienes toda la razón, tenemos que empezar a tomar conciencia en el sector de la construcción de que tenemos herramientas a nuestra disposición para poder mejorar, pero desgraciadamente nos movemos en un sector tremendamente tradicionalista, donde las cosas se hacen como se han hecho toda la vida y donde hay muy poca formación. con estas circunstancias es muy difícil la innovación en el sector.
      En cualquier caso, tenemos que seguir luchando para ir cambiando poco a poco las circunstancias y conseguir modernizarnos… Será una mejora para todos.
      Gracias de nuevo por tu comentario y un saludo.

    • Termagraf 29 septiembre, 2011 en 9:39 #

      Hola jmcaballero.
      Veo que compartimos (sufrimos) las mismas situaciones con las aplicaciones de la termografia.
      Este año hemos creado AETIR, ASociación Española de Termografia Infrarroja, de la que soy su secretario.
      Me gustaria ponerme en contacto contigo para comentar éste y otros temas relacionados. (info@termagraf.com)
      Un cordial saludo

    • flistom101 5 marzo, 2016 en 22:13 #

      Buenas tardes: tengo un problema de olores que suben a mi casa desde el piso de abajo a raiz de una obra realizada por el vecino; el vecino dice que no ha hecho nada pero, sobre todo en una habitación, el olor a comida es insoportable. Desearía saber si Uds. con estas técnicas de las que hablan pueden realizar un plano del suelo y saber por donde se filtran los olores.

  5. Termagraf 23 junio, 2011 en 15:48 #

    Hola Enrique. Aunque las posibilidades de la termografia son inmensas,sufrimos como todos la falta de actividad de todos los sectores. En el que se refiere a la edificación, no tenemos la misma cultura que países más fríos, en los que la inspección termográfica de cualquier construcción es obligatoria para comprobar las «goteras térmicas». Por otro lado, están apareciendo por parte de la Conselleria nuevas directrices de control del rendimiento térmico de los edificios nuevos. Hasta donde yo sé, consisten en cumplimentar unas fichas y plantillas de una software para obtener la certificación energética, pero no incluyen ninguna comprobación física sobre lo realmente construido. Si solo de basa en datos estimados sobre un proyecto, ¿Qué utilidad tiene si no se verifica cómo se ha ejecutado esa obra?

    Tu artículo es muy correcto, aunque la riqueza gráfica de un termograma suele llevar a engaño sobre su facilidad de interpretación.

    Precisamente, el campo de la edificación es de los más complejos para obtener un diagnóstico fiable, pues las anomalías térmicas se miden en pocos grados de diferencia, y está fuertemente influenciada por las condiciones ambientales, especialmente la carga solar. Por tanto, para establecer una valoración hay que discriminar más factores de lo que parece.

    Tengo que corregirte dos puntos: uno referente a la escasa profundidad que capta la cámara. Ésta es igual a cero. Sólo podemos captar la radiación que procede de las superficies de los objetos. Lo que ocurre es que las estructuras interiores de los objetos pueden modificar los flujos térmicos que llegan a la superficie y de ahí, deducir qué pasa en el interior.

    El otro el el coste de los equipos. Hay cámaras por poco más de 1000 €, pero su resolución y prestaciones son tan limitadas que su utilidad práctica es ridícula. En edificación se juntan tres problemas: el escaso margen de temperaturas de las anomalías, las condiciones ambientales y la distancia a la que se suele inspeccionar.
    A diferencia de las cámaras visuales, una mayor resolución no sólo sirve para ver más nítido, sino que estamos midiendo la radiación infrarroja con esos píxeles. Si hay pocos, la precisión es muy baja. Como decimos aquí, para medir bien, hay que ver bien, y una cámara apta para edificación empieza a partir de los 10000 – 12000 €.

    • Enrique Alario Catalá 23 junio, 2011 en 16:04 #

      Hola Miguel,

      Gracias por tu comentario, no soy ningún experto en la materia pero lo que aprendí en el máster de edificación he querido compartirlo. Me encantaría invitarte a que cuentes todo esto que me dices en un post de mi blog, como invitado de lujo. Creo que sería muy enriquecedor para toda la gente interesada en el tema. Anímate, prepara un escrito y lo colgamos.

      He estado en alguna de las charlas sobre los informes ICE, donde se supone que tenemos que comprobar el estado de la envolvente de los edificios antes de una rehabilitación y te aseguro que es totalmente ridículo lo que proponen. Tienes dos opciones, la primera es hacer catas a ver que te encuentras, la cual la descarto directamente ya que la mayoría de comunidades no nos van a dejar y además aporta información demasiado puntual. La otra opción es medir el espesor de la fachada en una ventana y conociendo la edad del edificio entrar en unas tablas para estimar la solución constructiva empleada… sin comentarios!!! Creo que se deberían haber exigido pruebas más fiables y objetivas como las imágenes termográficas.

      Gracias por la corrección en cuanto a lo de la profundidad, es un matiz importante, aunque no deja de poder «verse» o al menos «intuirse» las capas más superficiales de un material, ¿no?.

      Estoy de acuerdo en que la riqueza gráfica de un termograma puede llevar a engaño en una inspección, por eso comento en el artículo que para inspecciones a fondo es necesario estar especializado y que esa especialización requiere aproximadamente un año de formación y mucho dinero invertido.

      Me has asustado con los precios de las cámaras. ¿no crees que para inspecciones del tipo que te comentaba antes nos podemos apañar con cámaras más sencillitas? Esos precios van a tirar para atrás a muchos técnicos que de otro modo sí que se animarían. Al fin y al cabo, cuando es necesario un estudio más a fondo hay que contratar a empresas especializadas como vosotros, con cámaras de mayor capacidad.

      De nuevo te agradezco tu comentario y te animo a ilustrarnos sobre el tema de la termografía.

      Un saludo

  6. Jorge Urbano 23 junio, 2011 en 12:15 #

    Creo importante resaltar que la técnica esclerométrica, si se calibra con rotura de probetas extraídas, también resulta muy fiable. Especialmente si estamos tratando de establecer un «estado general de las cosas». Posteriormente se puede afinar con ultrasonidos, presuponiendo que ésta última técnica es algo más cara (cosa que en la actualidad puede que ya no sea cierta, siendo en este caso siempre preferibles los ultrasonidos).
    Por cierto, en la foto vemos una lectura de ultrasonidos de transmisión indirecta, ésta aunque posible siempre resulta más errónea que si los piezoelèctricos están uno frente a otro en vez de paralelos como se puede ver en la imagen.
    Respecto a la aplicación de esta técnica a las vigas de madera en rehabilitación, señalar que hay una tesis doctoral de una arquitecta de Sevilla de la que sólo se que se llama Carmen y que es profesora del departamento de Construcción.
    No puedo cerrar mi intervención sin hacer mención de la técnica del georadar. Yo soy un usuario modesto, no alcanzo ni de lejos a utilizar el amplio abanico de posibilidades que presentas, pero tengo que decir que sólo con poder conocer la posición aproximada de pasos de instalaciones (algunas peligrosas como redes enterradas de media tensión) o macizos o cuevas que podemos detectar de antemano en un solar, la técnica resulta interesantísima, especialmente por lo reducido de su precio. En Barcelona conozco una empresa que tanto rinde servicios a la cosntrucción, como a arqueólogos como a los arqueólogos forenses que investigan temas de memoria histórica, con lo que os podéis hacer una idea de la precisión y naturaleza de los objetos que podemos llegar a buscar ¡Y a encontrar!

    • Enrique Alario Catalá 23 junio, 2011 en 12:34 #

      Muchas gracias Jorge, me parece interesantísima tu aportación.
      Tienes toda la razón en cuanto a lo del esclerómetro, puede llegar a ser fiable, pero creo que no alcanza la precisión de los ultrasonidos, por lo que es la técnica que considero más conveniente, pero en combinación con el esclerómetro, como comento en el artículo.
      Te doy también la razón en cuanto a la posición de los piezoeléctricos, lo normal es poderlos uno a cada lado para alcanzar la mayor precisión. Sin que nos oiga nadie… shhhh… es que no he encontrado otra foto mejor…!!!! Si tienes alguna imagen que no te importe cedermela estaré encantado de sustituirla comentando la procedencia (por supuesto)
      Me suena haber comentado la tesis que comentas durante las clases del master donde descubrí la técnica, si encuentro más datos te lo hago saber. Aprovecho para que si hay alguine que conoce datos de la tesis o la autora lo comente también para conocimiento de todos.
      La verdad es que lo del georadar es una pasada, es una lástima que no se extienda más su aplicación, pero yo creo que todo se andará.
      Gracias de nuevo por tu aportación y un saludo

  7. Ricardo 20 junio, 2011 en 23:04 #

    Aquí no puedo opinar eres el maestro, muy interesante el artículo.Me ha parecido interesantísimo

    • Enrique Alario Catalá 20 junio, 2011 en 23:51 #

      Muchísimas gracias, aunque para maestro aún me queda un largo trecho.

  8. Apymereco 20 junio, 2011 en 16:13 #

    Impecable, e impresicindible artículo. Saludos:)

    • Enrique Alario Catalá 20 junio, 2011 en 16:55 #

      Muchas gracias por vuestras palabras, me alegra mucho que os haya gustado. Un saludo!!

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