Creo que le he encontrado un nombre chulo a ésta sección de mi blog, «con la cámara a cuestas«. Simpre voy con la cámara en el bolsillo, bueno, ahora con el iPhone (jeje) por lo que voy fotografíando todo aquello que me llama la atención en edificios que voy viendo por la calle, ya sean detalles curiosos, patologías, materiales o cualquier cosa que pueda copartir con vosotros, así que queda oficialmente inugurada la sección.
En esta ocasión, paseando por Valterna (una urbanización en Paterna, cerca de Valencia, donde vivo) me ha llamado la atención uno de los edificios por los que suelo pasar. Primero vi una pequeña rotura, luego me fije mejor y empecé a ver unas grietecitas y finalmente he visto suficiente como para poder escribir sobre ello y contaroslo, así que allá voy.
El edificio sobre el que os voy a hablar es uno de tantos con una gran zona común, piscina, zona de juegos infantiles y un vallado que cierra todo el conjunto. Lo primero que me llamó la atención es la vegetación que se ha plantado para tapar las vistas al interior de la parcela, cogida al vallado metálico que se encuentra sobre un murete de ladrillo caravista.
En principio todo normal, pero cuando me acerco a observarlo detenidamente (deformación profesional) me encuentro con que el remate superior del murete de caravista se ha levantado, precisamente en los puntos donde se encuentra anclado el vallado metálico.
Es evidente que el figura (albañil siendo generoso) que ha colocado el vallado no ha profundizado lo suficiente con los anclajes, dejando que sea el remate de piedra artificial el que soporte todo el esfuerzo del vallado el cual, al encontrarse cubierto totalmente por la vegetación, sufre importantes cargas horizontales debidas al viento y al propio peso de las plantas.

Este problema se habría resuelto facilmente si se hubiera profundizado con el anclaje, llevándolo hasta alcanzar la fábrica caravista y colocando tacos adecuados, incluso químicos, ya que como sabemos el caravista tampoco es una maravilla soportando esfuerzos horizontales.
Además de haber levantado el remate superior del muro, que ya de por sí es una lesión, se ha provocado que el remate no cumpla con una de sus funciones, que es la de proteger el muro de las filtraciones de agua, por lo que en todos los puntos donde se ha levantado el remate, e incluso en algunos anclajes que no han llegado a levantarse pero que se ha perforado con los anclajes, se pueden ver hermosas manchas de humedad debidas a las filtraciones que se producen en estos puntos. La que ha liado el figura por no colocar 5 cm más de anclaje, ¿no os parece?
De todos modos, la cosa no acaba ahí, ya que no se muy bien porque (habría que estudiarlo más a fondo) se han producido grietas inclinadas en el propio caravista. A mi me dá la impresión que pueden ser debidas al propio empuje horizontal del vallado, que haya provocado esfuerzos de vuelco que el caravista no ha soportado, aunque no descarto que puedan haberse producido asentamientos diferenciales en la zapata corrida del muro. Además, da la casualidad (o no) que se encuentran junto a machones al lado de la puerta de entrada para vehículos, por lo que quizas el tránsito «pesado» haya provocado algún tipo de movimiento y ha asentado más en unas zonas que en otras. En cualquier caso debería haber estado previsto y la zapara dimensionada para estas solicitaciones.

Pero no solo en el murete que cierra la parcela hay problemas. Siguiendo la acera llegamos a una de las fachadas que dan a la calle y encontramos más grietas en caravista. En esta ocasión son grietas verticales, a unos 10-12cm de la esquina, por lo que tienen toda la pinta de tratarse de grietas debidas al empuje de uno de los laterales sobre el otro por las dilataciones de las piezas. ¿que opinais? Yo lo veo bastante claro.
No se si se observa bien en la imagen, pero las piezas de caravista estan desplazadas hacia el exterior, por lo que el empuje es evidente. Seguramente habría sido conveniente tener en cuenta un junta de dilatación que permitiera el libre movimiento de un paramento sobre el otro.
Seguimos recorriendo la fachada del edificio y nos encontramos con las rejillas de ventilación del la planta semisótano. Como verás en la imagen se ha colocado la rejilla en haces exteriores (en el plano más exterior de la fachada), pero en realidad no creo que estuviera prevista colocarla en esa posición, ya que la propia rejilla no lleva ningún tipo de pieza que impida el agua hacia el interior, asignándose esa labor al sellado con silicona que, como se puede observar, va necesitando una reposición.


No soy partidario nunca de colocar carpinterías en haces exteriores, ya que se aumenta considerablemente el riesgo de sufrir humedades en las juntas por no tener la pequeña, pero suficiente, protección que nos ofrece el dintel y las jambas, que evitan la exposición directa del perímetro a la intemperie protegiendo la junta entre materiales, siempre conflictiva.
En caso de colocar en haces exteriores, debería estar específicamente diseñada la carpintería (o las rejas en este caso) para proteger la junta, ya que de lo contrario condenamos la eficacia de la solución a que se realize un correcto mantenimiento del sellado de la junta, lo que en España es poco menos que improbable.
Además, otra práctica habitual y muy poco deseable es la colocación del vierteaguas. Como podeis ver en las imágenes, no llega a solaparse en absoluto con las jambas de la ventana, por lo que es una junta por la que el agua de lluvia tiene un camino muy fácil para entrar a la cámara, al muro o incluso al interior de la edificación. En mi opinión es uno de los puntos más importantes a vigilar durante la colocación de los vierteaguas, junto con la suficiente inclinación de los mismos para evitar chorritones, pero de eso hablaremos en otra ocasión.

Como ves en la imagen, no solo en los huecos del semisótano se ha colocado mal el vierteaguas, sino que también en el resto de las ventanas, evidenciando el poco saber hacer de los que se encargaron de colocarlos. La evidencia más clara de que no tenían ni idea de lo que hacían la podemos ver en la siguiente foto, en la que se encontraron con un vierteaguas dos centímetros más largo por cada lado (claro, lo justo para meterlo en las jambas) pero seguro que debieron pensar que se lo habían servido mal, demasiado largo, así que tuvieron la feliz idea de cortarlo para que encajara en el hueco. Claro, como iban a cortar el caravista, lo más lógico es cortar el vierteaguas, que cuesta menos. Increibre, me pongo negro con estos temas, me da mucha rabia que teniéndolo tan fácil para hacerlo bien, se haga mal por desconocimiento.

No contentos con la hazaña de los vierteaguas, todavía quedan más sorpresas por descubrir, ya que siguendo con mi paseo alrededor del edificio, me encuentro con unas piezas de ladrillo caravista desprendidas. Que será lo que han hecho en esta ocasión para que lleguen a caer ladrillos… Voy a ver!!!

Vaya, vaya… que sorpresa cuando me acerco, si resulta que lo han vuelto a hacer mal…!!! Que raro!!!
Resulta que no se tuvo la previsión de calcular el espesor de caravista que se debía tener en cuenta a la hora de replantear los forjados, por lo que los mismos se llevaron hasta casi el límite de la parcela, dejando escaso espacio para colocar las plaquetas por delante del forjado.
Tan poco espacio se dejó, que las plaquetas se tuvieron que cortar en finas «lonchas» para no exceder los límites de la parcela, así que de tan poco espesor que tenían no han podido sujetarse por compresión de las piezas superiores sobre las inferiores, confiando la sujección de las piezas únicamente a la adherencia del mortero colocado para sujetarlas.

A lo mejor se podría haber minorado el problema si se hubiera tenido en cuenta el factor comentado y se hubiera utilizado un mortero con mayor grado de adherencia, una cola o cualquier otro adhesivo menos un mortero (se aprecia perfectamente que es un mortero normalito) de manera que se hubiera confiado la totalidad de la estabilidad a la adherencia pero con materiales adecuados.
En cualquier caso, no debemos olvidar que esta zona es el canto del forjado, por lo que siempre se van a producir empujes debidos a los movimientos de dilatación y retracción del hormigón los cuales, junto con la falta de adherencia comentada han terminado por soltar la ínfima plaqueta que se había colocado.
De nuevo otro problema que habría sido de fácil solución con un poco de idea sobre sistemas constructivos y una pequeña dosis de querer hacer bien las cosas.

Por último volvemos a ver otro tipo de grietas en el caravista. Esta grieta he de reconocer que evitarla habría sido para nota, pero no por eso hay que dejar de exigir a los que están todo el día ejecutando fachadas caravista que sean conocedores de la colocación correcta para evitarlas.
La que vamos a ver se ha producido por exceso de presión sobre el ladrillo, debido a la carga puntual procedente del momento de vuelco del balcón.

Desgraciadamente, me he dado cuesta escribiendo el artículo de que no tengo ninguna imagen general de la zona para poder mostrar de manera más gráfica lo sucedido, pero os lo cuento.
Se puede apreciar en la imagen como la grieta parte justo desde el borde del perfil metálico que se ve bajo el forjado. Bien, pues ese perfil metálico esta colocado ahí con el objeto de recoger la carga del caravista que cierra el frente del vuelo, es decir, que el caravista carga en punta de vuelo sobre el perfil, el cual sufre una lógica deformación por flecha trasladando un fuerte momento (carga en punta por distancia a fachada) justo en la zona de la línea de fachada. El perfil se encuentra directamente apoyado sobre la fábrica caravista, por lo que la misma recibe todo el momento flector, superando la resistencia de las piezas y produciéndose por tanto la rotura que observamos. Se puede distinguir claramente la forma de bulbo de presión que presenta la grieta.
Lo comentado es suponiendo que el perfil se encuentra anclado al canto del forjado, ya que en caso de que se encuentrara simplemente apoyado sobre la fábrica caravista evidenciaría una total falta de conocimiento sobre la ejecución de éste tipo de fachadas, ya que la rotura no sería causada por un momenot flector, concepto un poco más dificil de entender, sino por una carga directa que es mucho más evidente. No quiero se mal pensado…!!!
Ya he comentado que preveer esta grieta era para nota, pero se podría haber evitado simplemente colocando un elemento elástico entre el perfil y el ladrillo, de manera que habría absorbido el momento y no se habría producido la rotura. Esto es de sobra conocido por los buenos profesionales, esos que ya no es tan fácil encontrar o bien que los constructores no están dispuestos a pagar.

Como habeis podido ver, los caravisteros de éste edificio se cubrieron de gloria. Lo malo es que no es raro encontrar este tipo de barbaridades en las obras ejecutadas durante los últimos 10 años. Es muy triste.
Todas estas lesiones las localicé observando únicamente las dos fachadas que dan a la calle, miedo me daría hacer un estudio detallado del resto del edificio.
Conclusiones:
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La más evidente es que los oficiales que estaban al cargo de ejecutar los trabajos no tenían ni puñetera idea de las correctas prácticas constructivas, pues son temas que en manos de buenos oficiales como los de antes no se habrían producido, se habrían evitado las lesiones sin que la solución hubiera resultado más cara. Esto es debido a la gran cantidad de gente que se metió en el mundo de la construcción, procedente de otros sectores, al abrigo de grandes beneficios y pocas responsabilidades.
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Los vierteaguas hay que ir colocandolos al tiempo que el caravista, pues en caso contrario es muy dificil y trabajoso cortar el caravista para encajarlos en las jambas, así que lo más probable es que acaben cortado el propio vierteaguas sin tener en cuenta el necesario solape con los laterales del hueco.
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Hay que contar con el espacio suficiente frente a los forjados para poder pasar los revestimientos previstos. Hay que tenerlo en cuenta desde el replanteo para no encotrar sorpresas como las comentadas cuando los estructuristas ya ni siquieres están por la obra para responder del error.
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No apoyar directamente perfiles metálicos con carga sobre piezas de caravista, pues los ladrillos no suelen tener capacidad resistente para poder aguantar las cargas que reciben.
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Por último y mucho más importante, hay que escoger correctamente a los trabajadores que van a ejecutar trabajos en nuestras obras, independientemente de que sean o no los más baratos ya que de lo contrario, como hemos podido ver, puede llegar a salir mucho más caro.
Las conclusiones a las que he llegado sobre las causas de las lesiones han sido tomadas sin realizar un estudio profundo de las lesiones, por lo que deben considerarse como simples opiniones, así que si crees que me equivoco en alguna de mis conclusiones o quieres aportar otros puntos de vista, no dudes en aportar los comentarios que consideres convenientes, serán siempre bienvenidos y ayudarán a enriquecer el artículo.
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