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Llevo ya mucho tiempo queriendo hablar en el blog sobre el curado de hormigón. Se ha escrito ya mucho sobre éste tema, libros enteros hablando de la correcta ejecución del hormigón, tiempos de curado, propiedades físicas y químicas, gráficos de resistencias en función de curado, relación agua/cemento y un sinfín de cuestiones técnicas que sin duda merece el curado de hormigón.
Sin embargo, ¿por qué los operarios y contratistas que realmente tienen que ejecutar el curado del hormigón no perciben esa importancia? Siendo un factor clave para la resistencia y durabilidad del hormigón no conocen en muchas ocasiones las razones por las que es tan importante, por lo que perciben esa operación como una orden de la dirección, un capricho que les hace perder tiempo (ya sabemos lo que eso supone en los destajos) sin que aprecien el objetivo, el fin, la utilidad de realizar un correcto curado.
¿Por qué ocurre esto? Quizá porque no se lo han explicado sin tecnicismos ni nadie les ha mostrado de manera clara, concreta y razonada por qué es importante realizarlo. Los libros están normalmente dirigidos a técnicos, no a quien lo ejecuta.
Bien, pues mi intención con este post es llegar a ti, contratista, oficial, estructurista a pie de obra, que nadie te ha sabido explicar la tremenda importancia que tiene hacer un correcto curado del hormigón que acabas de verter en ese forjado o en esos pilares, para que conozcas porqué los técnicos nos ponemos tan pesaditos con el riego del hormigón.
No, no es un capricho. Sigue leyendo y lo verás.
A quién va dirigido entonces al post. A quien ejecuta estructuras o elementos de hormigón, pero también a los técnicos que están hartos de tener que vigilar y exigir una y otra vez que se ejecute el curado del hormigón, para que lo tengan fácil dirigiendo sus explicaciones a este artículo donde pretendo que quede explicado y justificado de manera clara y sencilla.
Ah, si eres estudiante también te puede servir tener una explicación clara de lo que a veces queda un poco confuso en los libros. Espero que os sirva.
Empecemos por el principio. El endurecimiento del hormigón
¿Sabes por qué endurece el hormigón? Sí, claro, porque lleva cemento. Hasta ahí llegamos, pero ¿Qué ocurre para que ese cemento se ponga duro junto con el resto de componentes?
El endurecimiento del hormigón se produce por una reacción química que necesita de unas determinadas proporciones de componentes, es decir, determinada cantidad de agua para una cantidad concreta de cemento (u hormigón). Ni más cantidad, ni menos. La justa.
Si hay más cantidad de agua que la necesaria para la reacción química, el agua sobrante acabará evaporando, dejando huecos (muy pequeños en ocasiones) que acabarán siendo poros en el hormigón que disminuirán la resistencia (hay menos masa resistente) y por donde puede entrar el aire exterior y provocar con el tiempo la oxidación de los armados (disminuye la durabilidad). Es el efecto que se produce con la maldita manía de añadir agua al camión hormigonera. Ya hablaremos de esto en otra ocasión.
Por otro lado, si la cantidad de agua es menor de la necesaria para que se produzca la reacción química, ésta no culmina, no se endurece todo el cemento porque no tiene suficiente agua para poder reaccionar y por lo tanto no alcanza la resistencia esperada.
Ambos casos son malos para el hormigón, un material mucho más delicado de lo que nos pensamos. Vamos a centrarnos en el segundo caso, en el que falta agua.
Si hay demasiada agua en la mezcla, mal. Si hay demasiado poca, también mal. El hormigón es un material delicado, hay que cuidar muy bien su colocación y las proporciones adecuadas de sus componentes.
¿Cómo puede faltar agua en el hormigón?
Básicamente hay dos razones por las que la proporción de agua puede fallar a la baja, es decir, que acabe faltando agua para conseguir el endurecimiento completo del hormigón.
- No se ha añadido suficiente agua durante el amasado. Muy improbable si el hormigón está fabricado en una planta, pues son procesos informatizados y muy controlados.
- Que se pierda agua durante el proceso de ejecución y endurecimiento del hormigón en obra. Esto se produce debido a la evaporación que puede sufrir el agua del hormigón por el calor que pueda hacer o el viento, que irá evaporando las capas superiores de agua y disminuyendo la cantidad que queda para reaccionar con el cemento y endurecer. Esto es lo que solucionaremos gracias a realizar un correcto curado del hormigón.
Ya se va viendo la tremenda importancia del curado del hormigón ¿no? Pues vamos a seguir contando cosas sobre esto.
El curado del hormigón evitará la pérdida de agua de amasado, necesaria para conseguir el endurecimiento completo de la mezcla. Importante ¿no?
¿En qué consiste el curado de hormigón?
Básicamente el curado de hormigón consiste en mantener la humedad de la mezcla para evitar que se evapore el agua que se necesita para mantener la proporción de agua y de cemento y se complete la reacción química de endurecimiento.
Esto lo podemos conseguir de varias maneras, o bien humedeciendo la superficie de manera periódica para que sea el agua aportada la que se evapore y no la de la mezcla o bien poniendo barreras para evitar que el agua evaporada salga de la mezcla, ayudándole al hormigón a conservar la humedad propia.
Evidentemente no solo es necesario hacer el curado de grandes superficies como son los forjados, sino que también otros elementos de hormigón como por ejemplo los pilares pueden necesitar de curado.
Vamos a ver cómo podemos hacerlo.
¿Cómo realizar el curado de hormigón?
Lo primero que hay que saber antes de cómo realizarlo sería conocer cuándo.
Como he estado comentando, el curado del hormigón lo que pretende es evitar la pérdida de agua de amasado que sirve para hidratar al cemento y conseguir la reacción química de endurecimiento. La fase de endurecimiento se inicia una vez el hormigón está colocado y ha fraguado, por lo que desde ese momento se debe iniciar el curado.
Bueno, en realidad un poco más tarde, pues en el momento del vertido la masa es todavía blanda y alguno de los métodos de curado podrían provocar un efecto que no es deseable, que sería añadir agua a la masa todavía fresca y por lo tanto variar la proporción de agua con respecto a la cantidad de cemento, haciendo que sobrar agua y ya hemos comentado el efecto que ésto podría ocasionar. Hay que esperar a que el hormigón esté fraguado y se pueda pisar.
En cuanto a métodos para realizar el curado hay varios. Unos se basan en el aporte de agua para que el agua que se evapore sea la aportada (no la de mezcla) y otros consisten en evitar que el agua de la masa se pierda, en decir, en mantener la humedad existente. Vamos a ver algunos métodos:
Riego periódico.
Es el más comúnmente utilizado por su sencillez y economía, aunque tienen el riesgo de que tiene que ser aplicado varias veces durante la jornada y además no es posible ejecutarlo si no se está trabajando.
Es un método de aporte de agua que consiste en regar las superficies hormigonadas con mangueras para que la evaporación se produzca sobre el agua que se aporta, no sobre el agua de amasado que necesitamos para el endurecimiento. Hay que tener cuidado de no empezar el riego demasiado pronto y de no hacerlo con demasiada presión, pues puede producirse el lavado de las capas superficiales.

También hay que tener cuidado si estamos hormigonando en tiempo frío, pues el agua que aportamos puede entrar en poros superficiales que romperían al congelar debido a que todavía no se ha alcanzado resistencia suficiente.
¿Cada cuánto habría que regar? Pues el número de veces que sea necesario para mantener la superficie continuamente húmeda. Claro, eso es complicado si por ejemplo se hormigona en viernes, pues estará la obra todo el fin de semana sin que no haya nadie trabajando, por lo que yo siempre opto por o bien no hormigonar en viernes o bien por prever la colocación de aspersores temporizados. Si, si, de esos de regar el jardín. Así no hay que depender que alguien se acuerde de regar el hormigón.
Uso de telas para mantener la humedad.
También es un método por el que se aporta humedad adicional a la de amasado, solo que en este caso lo que se humedece son telas (arpillera, sacos de tela, esteras de algodón…) que mantienen la humedad durante mucho más tiempo que el simple regado. Simplemente hay que tener la precaución de mantener siempre mojadas las telas.
Es un poco incómodo en el caso de forjados, pues dificulta el trabajo, pero para los pilares es perfecto, pues se envuelven con las telas y no molesta para ninguna otra operación en la obra.


Hay que tener la precaución de mantener siempre húmedas las telas que se utilicen, pues si se secan producen el efecto contrario del deseado, pues absorberán el agua de la superficie del hormigón, que es precisamente lo que queremos evitar.
Láminas que eviten la desecación.
Los métodos que no requieren de aporte de agua a la superficie son los que evitan que el agua de amasado escape de la masa del hormigón debido a la evaporación. Esto se consigue colocando láminas plásticas que evitan que el agua, aunque se evapore, escape de la superficie del hormigón, consiguiendo que éste mantenga el grado de humedad que necesita para endurecer.
Se pueden colocar láminas de polietileno o cualquier otro elemento que impermeabilice la salida del agua.

Es una buena idea combinar estas dos últimas técnicas, pues las telas empapadas con agua se dejarían sobre la superficie del hormigón y si sobre éstas se coloca una lámina plástica se evitaría que se secaran, garantizando la humedad constante sobre la superficie del hormigón. Esto puede ser muy interesante en determinados casos con alto soleamiento o elevadas temperaturas.

Compuestos de curado.
Es un método similar al anterior, pues su función es la de evitar el desecado de la superficie impidiendo la salida del agua de amasado, pero en este caso se consigue mediante el rociado de compuestos que penetran en los poros del hormigón creando una película superficial impermeable al vapor de agua. La aplicación de estos compuestos debe hacerse cuando la superficie del hormigón todavía está muy húmeda, prácticamente saturada, ya que hay que evitar que los líquidos sean absorbidos y acaben en las capas internas del hormigón.

También existen otros sistemas de curado utilizados en la industria de prefabricación, como el curado por vapor o la inmersión, pero no es un caso aplicable a lo que no s vamos a encontrar en la obra, así que no voy a entrar en ellos.
¿Durante cuánto tiempo hay que ejecutar el curado de hormigón?
Esta es una cuestión que depende mucho de la ubicación de la obra, pues no va a ser lo mismo el hormigón colocado en una zona húmeda como puede ser Galicia, con lluvia habitual y ambiente húmedo que una obra en la Región de Murcia, donde apenas llueve y el ambiente es tremendamente seco.
Si el ambiente es seco, hace mucho sol, elevadas temperaturas o vientos fuertes, el riesgo de evaporación va a ser mayor, por lo que el curado del hormigón evidentemente es imprescindible, pero sin embargo el endurecimiento del mismo es más rápido debido a la temperatura, por lo que el tiempo durante el que haya que mantener el curado sea menor.
Sin embargo, en un ambiente frío, la velocidad de endurecimiento del hormigón es menor, por lo que el tiempo durante el que se está produciendo la reacción química es más largo, es decir, necesitamos garantizar la adecuada proporción de agua y cemento durante más tiempo, hay que permanecer más tiempo con el curado.
Como norma general, se considera que hay que estar curando el hormigón hasta que éste ha adquirido el 70% de su resistencia esperada. Si, vale, ya sé que esto no se puede comprobar a ojo, así que por poner unos tiempos concretos podemos decir que en el caso de que la humedad de la zona sea elevada y la temperatura no muy alta ni mucho viento, habría que mantener el curado al menos 2-3 días.
Si la humedad del ambiente no es muy elevada, aunque las temperaturas no sean muy elevadas ni haga mucho viento, es conveniente mantener el curado al menos durante 3-5 días.
En el caso más desfavorable, con humedad relativa del ambiente baja, calor, viento o elevado soleamiento es imprescindible mantener la humedad durante al menos 5-7 días.
Cuanto mejor se haga el curado mejor va a ser la calidad del hormigón. Además, si nos pasamos de días de curado no pasa absolutamente nada, así que mi consejo es no escatimar en días de curado quedándonos con los mínimos. Siempre será mejor.
Consecuencias de no realizar correctamente el curado de hormigón
La principal consecuencia de no realizar el curado de hormigón es la pérdida de resistencia final del hormigón, pues como ya he explicado, si se pierde parte del agua necesaria para que se produzca la reacción química de endurecimiento, parte del cemento se queda sin reaccionar y por tanto no es posible que llegue a endurecer por completo.
Ya solo ésta es una razón que justifica por sí misma la ejecución del curado, pero no es la única, pues también se ve afectada la durabilidad del hormigón, es decir, en qué estado se encontrará el hormigón dentro de unos años. Esto es debido a que se incrementa la porosidad de las capas superficiales, ya que el agua que se evapora deja sus espacio al aire, quedando poros que a largo plazo favorecen la entrada de ambiente exterior y por tanto la degradación prematura del hormigón.
Además, a corto plazo puede provocar fisuración superficial de la masa, pues es en la superficie donde se pierde el agua y por lo tanto la masa tiende a retraer para ajustar el volumen perdido por el agua. Esta retracción por desecado es la que provoca la fisuración superficial que evidentemente afecta no solo al acabado, sino también a la calidad del elemento de hormigón y también de nuevo a su durabilidad.
Conclusiones
La primera de todas es que si el curado de hormigón es importante, es barato y le aporta calidad a lo ejecutado ¿Por qué no hacerlo?
Si no se ejecuta, probablemente no se notará a corto plazo, los que lo ejecuten dormirán muy tranquilos pensando que lo han hecho fenomenal, pero no pensarán lo mismo los usuarios que sufran las reparaciones que seguramente serán necesarias a medio plazo por culpa de la falta de profesionalidad de los que ejecutaron su edificio. Recordemos que un edificio no es para durar 5 o 10 años, es para durar al menos 50 en buenas condiciones, así que lo ejecutado tiene que estar pensado para durar y te aseguro que, si no se ejecuta de manera correcta, a la larga necesitará actuaciones que se podrían evitar simplemente con regar 3 o 4 días con agua.
Por último, una vez leído esto, lo que se nieguen a hacerlo son unos necios que no quieres hacer su trabajo como toca, en definitiva, son unos MALOS PROFESIONALES. Así, con mayúsculas y negrita.
He dicho.
Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:
Calzos separadores de hormigón
La importancia de un buen vibrado del hormigón
Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón
Para redactar este post me he apoyado en algunos libros que tengo por casa, que son:
- . Escrito por Álvaro García Meseguer.
- Puesta en obra del hormigón, de E. Montero Fernández de Bobadilla.
- Fichas de ejecución de hormigón, de José Calavera Ruiz.
- EHE-08. Instrucción de Hormigón Estructural.
Encuentra otros libros sobre hormigón armado en www.LibrosDeConstrucción.com
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