Etiqueta: Cuidados del Hormigón

  • Cuidados del hormigón.  Hormigonar en tiempo frío

    Cuidados del hormigón. Hormigonar en tiempo frío

    [adsanity id=8136 align=aligncenter /]

    Después de estos días de ola de frío que hemos estado sufriendo (yo creo que lo único que pasa es que es invierno), parece que hemos tenido que desempolvar en algunas zonas los apuntes de hormigón para saber qué medidas tomar para hormigonar en tiempo frío.

    Tampoco es que haya sido nada exagerado, en mi zona no hemos bajado de 0 grados, pero ya que me he puesto a repasar los condicionantes para hormigonar en tiempo frío he pensado que qué mejor que compartirlos contigo.  Así, si en alguna ocasión lo necesitas no tendrás más que pasar por aquí y te ahorrarás tener que desempolvar apuntes ni la EHE (art. 71.5.3.1)

    Hormigonar en tiempo frío. Forjado nevado

    Seguramente, si estás en zonas más frías que la mía (Valencia), estaréis acostumbrados tanto tú (técnico) como los equipos de estructuras que estén ejecutando la obra, pero aquí no es habitual tener que estar pendiente del termómetro para tener en cuenta estas condiciones de hormigonado en tiempo frío.

    La verdad es que tanto el encargado de la obra como yo hemos ido de culo vigilando las previsiones, no solo del día de hormigonado, sino de los siguientes 2 días.

    Pero mejor que vaya al grano ¿no te parece?

    ¿Consecuencias de hormigonar con tiempo frío?

    Como bien sabes, para que el hormigón adquiera resistencia se tiene que producir un proceso químico por el cual se hidrata el cemento en combinación con el agua de la mezcla, pero claro, para eso el agua tiene que estar en estado líquido, es decir, que no nos sirve congelada.

    El cemento necesita determinada cantidad de agua para conseguir la completa hidratación y endurecer, pero si parte del agua está congelada no interviene en el proceso y la hidratación del cemento se queda incompleta, por lo tanto no se alcanza la resistencia prevista.

    Hormigonar en tiempo frío. Pilares encofrados con frío

    No es necesario que se llegue al punto de congelación del agua para producir daños al hormigón, ya que por debajo de 5º ya se produce un retardo en la velocidad de fraguado debido a que se ralentiza el proceso químico debido a la temperatura.

    Al tardar en fraguar, el agua que queda libre podría evaporarse antes de reaccionar con el hormigón, sobretodo en ambientes con viento seco, lo que repercute directamente en el endurecimiento de la mezcla.

    Evidentemente esto es más acusado en las capas exteriores de la pieza, lo que incrementa la porosidad exterior (el agua que debería hidratarse se ha evaporado y ha dejado libre su espacio), lo que repercutirá directamente en la durabilidad del hormigón y en la posibilidad de que en el futuro esos poros puedan provocar daños en procesos de congelación cuando se llenen de agua.

    Por otro lado, en caso de que la temperatura baje cuando ya ha fraguado la mezcla llegando a congelarse, el agua que todavía no haya hidratado al cemento se encuentra libre, incrementará su volumen y puede llegar a romper internamente la pieza hormigonada.

    Esto es especialmente grave en las primeras horas después del vertido, ya que todavía queda mucha cantidad de agua libre susceptible de congelarse e incrementar su volumen dentro de los poros de la masa.

    Hormigonar en tiempo frío. Pilares desencofrados

    También puede suceder que quede agua en estado sólido dentro de la masa del hormigón, pero si vuelve a estado líquido cuando ya se ha endurecido la pieza, quedará atrapada dentro del hormigón y, lo que es peor, habrá impedido que el volumen que ocupaba congelada sea ocupado por masa de hormigón, creando por tanto una cavidad dentro de la masa.  No es necesario que concrete que dejar un hormigón con huecos en el interior no es lo más adecuado, aunque habremos inventado el «Hormigón Gruyere» (patapum pishhhhh 🙂 )

    Hay más consecuencias que pueden dañar el hormigón colocado en tiempo frío, pero tampoco creo que sea cuestión aquí de liarme a especificar todos los casos.

    Lo que queda claro es que muy conveniente no es ¿no?

    ¿Cuándo se considera que se va a hormigonar en tiempo frío?

    Este es un tema que está perfectamente definido en la instrucción, en la que se dice que la temperatura, en el momento de verter el hormigón en el molde, no será inferior a 5º.

    También prohíbe verter hormigón cuando la temperatura de los elementos sobre los que se vierte sea inferior a los 0ºC.

    Hormigonar en tiempo frío. Nieve sobre armado de hormigón

    El último condicionante que indica la instrucción EHE es que se suspenderá el hormigonado si se prevé que la temperatura bajará de 0º durante las siguientes 48 horas.

    ¿Quiere decir esto que en estos casos nos tenemos que ir a casa y esperar a que el tiempo sea más favorable?

    Bueno, en teoría sí, pero en la vida real no se lo cree nadie.  Eso sí, hay que tener en cuenta ciertas medidas para evitar las consecuencias de hormigonar con tiempo frío que hemos comentado antes.

    Así que vamos a ver qué cosas podemos hacer para poder hormigonar en tiempo frío sin consecuencias negativas para el hormigón que estamos ejecutando.

    Medidas a tener en cuenta para hormigonar en tiempo frío

    Hemos visto que el principal problema de hormigonar en tiempo frío es la presencia de agua en la ecuación, que es la que sufre en mayor medida las consecuencias de la temperatura, así que parece lógico que las principales acciones que tenemos que acometer tendrán que ir encaminadas a influir en este material en varios sentidos.

    Veamos.

    El principal problema de hormigonar en tiempo frío es la presencia de agua, que es la que en mayor medida se ve afectada por las bajas temperaturas

    Una de las primeras acciones que podemos hacer es reducir la cantidad de agua en la masa.  A menor cantidad de agua menos agua se podrá ver afectada por las condiciones de la temperatura, así que una baja relación agua cemento en la dosificación del hormigón puede mejorar el comportamiento del hormigón en bajas temperaturas.

    Hormigonar en tiempo frío

    Para ello puede ser interesante el uso de fluidificantes, de manera que a pesar de obtener una pasta seca, por la baja cantidad de agua, pueda mantener la trabajabilidad de la masa.

    Una vez hemos reducido todo lo posible la cantidad de agua en la masa, sigue existiendo la posibilidad de que ésta se vea afectada por la temperatura, así que hay que hacerla desaparecer lo antes posible, es decir, hay que acelerar el fraguado y el endurecimiento para que el agua de amasado, que se encuentra libre y susceptible de congelarse, pase a ser agua combinada con el cemento.

    Esto lo podemos conseguir con el empleo de aditivos aceleradores de fraguado, que harán que se reduzca el tiempo durante el que el agua se encuentra libre y puede verse afectada por el frío.

    También podemos conseguir combinar el agua más rápidamente empleando cementos con mayor cantidad de finos, que tienen una resistencia inicial mayor por que se combinan más rápidamente, haciendo desaparecer el agua libre.

    Hacer que el agua se combine cuanto antes con el cemento es una buena medida a tener en cuenta en hormigonados con tiempo frío.

    Ya puestos a hablar de cementos, podemos emplear aquellos que tengan un alto calor de hidratación, de manera que ayuden a que la temperatura no sea tan baja como para afectar a la masa.

    También podemos influir en la temperatura empleando aditivos anticongelantes, de manera que el agua baje su temperatura de congelación y por lo tanto no se vea afectada por la acción del frío hasta una temperatura sensiblemente inferior, pero suficiente para poder trabajar con una seguridad de que no se va a modificar las características finales del elemento de hormigón.

    Todo esto está muy bien, pero no solo podemos actuar sobre la masa de hormigón fresco que vamos a verter, modificando su dosificación o características químicas, sino que también podemos actuar directamente sobre la temperatura a la que se encuentra la pieza una vez hormigonada.

    ¿Como?

    Pues igual que hacer tu para que no te llegue el frío al cuerpo… abrigando al hormigón.

    Una buena medida para hormigonar en tiempo frío es abrigar el hormigón para limitar la temperatura a la que se encuentra durante el proceso de endurecimiento.

    Sí, sí, es una de las posibilidades que mejor funcionan.  Si el frío no alcanza al hormigón, éste no se verá afectado y podremos estar tranquilos, seguirá su proceso normal y además evitaremos que exista una gran diferencia de gradiente térmico entre la superficie del elemento hormigonado y su interior, lo que podría causar fisuración.

    Pero ¿cómo podemos abrigar al hormigón?

    Hay varias maneras para hacerlo, en función del elemento, pues no será lo mismo abrigar una planta de pilares que un forjado recién hormigonado.

    Para el caso de elementos singulares, como los pilares, se pueden emplear encofrados de madera, que limitan en gran medida el paso del frío hasta el interior, o bien encofrados de poliestireno.  Desde luego no es buena práctica utilizar encofrados metálicos.

    Además de emplear encofrados que mantengan mejor la temperatura, es conveniente dejar pasar más tiempo hasta el desencofrado, al menos esas primera 48 horas críticas hasta que se ha reducido casi totalmente el agua libre de la masa, de manera que esos encofrados se encarguen de mantener constante la temperatura adecuada de la masa.

    En el caso de elementos superficiales, como un forjado o una losa, la cosa se complica un poco más, pero básicamente se trata de lo mismo, proteger al hormigón del frío.

    Eso lo podemos conseguir cubriendo la superficie hormigonada con planchas de poliestireno que mantengan la temperatura.  También se pueden emplear planchas de madera o cubrir con tierras, pero creo que es más práctico hacerlo con poliestireno por la facilidad de colocación y poco peso.

    Hormigonar en tiempo frío. Forjado nevado

    Hay otras medidas que se pueden tener en cuenta a la hora de hormigonar con tiempo frío, como precalentar los materiales, pero la verdad es que hasta donde yo sé no veo a las plantas de hormigón haciendo esto, así que habrá que tratar de minimizar el efecto del frío con las medidas que te he comentado.

    Como te decía al principio, esto que te he contado solamente lo he podido poner en práctica en una ocasión en la que dirigí una obra en Teruel, por lo que mi experiencia es limitada, así que si eres de esos valientes que trabajas en zonas frías y que te enfrentas a este problema todos los inviernos, seguro que podrás aportar tu experiencia para hormigonar en tiempo frío.

    No te cortes, comparte tu experiencia a través de los comentarios de este post, así todos podremos seguir aprendiendo.

     


    Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:

    Calzos separadores de hormigón

    Encofrados para hormigón

    La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    Curado del hormigón


     

    [adsanity id=8139 align=aligncenter /]


    [adsanity id=8902 align=aligncenter /]

  • Cuidados del hormigón.  Los calzos separadores para hormigón

    Cuidados del hormigón. Los calzos separadores para hormigón

    Hace ya mucho tiempo que no escribo sobre los cuidados del hormigón, así que hoy trataré otro de los puntos importantes a tener en cuenta a la hora de ejecutar cualquier elemento de hormigón.

    Hoy hablamos de los calzos separadores para hormigón.

    Si ya has leído alguno de los otros post sobre cuidados del hormigón sabrás que el objetivo que persigo no es tanto la técnica de la utilización de los separadores en el hormigón, sino más bien el objetivo es concienciar a los que los colocan (o deben colocar) para que conozcan la gran importancia que tienen estos elementos y, por lo tanto, la gran responsabilidad que tienen los que lo colocan de hacerlo correctamente, ya que las consecuencias de no hacerlo pueden ser muy perjudiciales para cualquier elemento de hormigón que se esté ejecutando.

    En muchas ocasiones, los que lo colocan lo hacen (o no) simplemente porque se lo dicen, pero si no conocen de la importancia de hacerlo pueden tener la tentación de no hacerlo correctamente o de no hacerlo en absoluto.

    ¿Cuántas veces has tenido que exigir que se coloquen los separadores frente a una actitud de "ya está el caprichoso del técnico pidiendo que perdamos el tiempo en tonterías"? Pues cuando te pase envía a esos operarios a este post, pues pretendo hacerles ver la responsabilidad que tienen en sus manos.

    Bueno, pues dicho esto, vamos al grano ¿no?

    ¿Porqué son tan importantes los calzos separadores para hormigón?

    Para conocer la importancia de los calzos separadores hay que hablar primero de la durabilidad del hormigón.

    A pesar de lo que pueda parecer, el hormigón no es un material eterno, en absoluto, sino que tiene una vida útil que puede verse afectada por diversos factores.  Uno de ellos es la carbonatación.

    En realidad, la carbonatación no daña al hormigón (más bien incrementa su dureza, como se explica en el blog www.patologiasconstrucion.net ), sino que afecta a las armaduras de acero del hormigón armado, ya que provoca que se oxiden y acaben siendo un punto de fallo del elemento de hormigón y afectando a la durabilidad del hormigón, es decir, el periodo de tiempo durante el que el elemento de hormigón mantiene sus propiedades resistentes.

    La carbonatación, haciéndolo muy simple y que me perdone mis profesores de la escuela, es un proceso por el que el ambiente exterior penetra en el hormigón a través de los poros, modificando el PH del mismo.  Gracias al PH del hormigón, las armaduras no se oxidan, pero al verse modificado este PH sí que lo hacen.

    Este proceso de carbonatación no afecta a toda la pieza de hormigón, sino que se queda en los primeros centímetros de espesor (según también la cantidad y tamaño de los poros, por eso también la importancia de un buen vibrado del hormigón) por lo que es muy importante que las barras de acero no se encuentren en esos primeros centímetros que son alcanzados por la carbonatación.

    De ahí la tremenda importancia de los calzos separadores, pues son los encargados que hacer que el acero se mantenga a una distancia tal de la superficie, que no sean alcanzados por la carbonatación.

    Los calzos separadores se encargan de mantener las barras de refuerzo alejadas de la superficie de la pieza de hormigón para que no sean alcanzadas por la carbonatación y se acaben oxidando.

    Esta sería una de las funciones de los calzos separadores para hormigón, pero si eres de los que te da pereza colocarlos, todavía te puedo dar más razones.

    En el caso de las soleras de hormigón o las capas de compresión de forjados sabes que se coloca un mallazo que colabora para evitar la fisuración debida a retracciones de la masa.  Bueno, colabora siempre que se encuentre el mallazo en la posición adecuada, es decir, en la mitad superior del espesor, ya que de lo contrario lo único que consigue es añadir peso y coste al elemento sin que sirva para nada.

    Bien, pues al contrario de lo que muchos estarán pensando, la correcta posición de este mallazo no se consigue "a ojo" tirando de él por medio de ganchos cuando se acaba de verter el hormigón, sino que esto se consigue mediante la colocación de calzos separadores que mantienen la posición adecuada del acero.

    falta de calzos separadores en capa de compresión de forjado con bovedillas porexpan

    Otra función es la de mantener la posición de los armados, no solo para evitar que estén demasiado cerca del exterior de la pieza, sino también para garantizar la continuidad de los armados, por ejemplo, en el caso de pilares, ya que en caso de que el armado del pilar inferior se desplace de su posición, no coincidirá correctamente con el de la planta superior, lo que acabará ocasionando que se tenga que hacer trabajo extra de enderezar y llevar a su sitio.

    Eso acaba saliendo más caro que colocar unos simples separadores ¿no crees?

    Importancia de los calzos separadores en pilares de hormigón

    Como ves, el armado de la imagen te puedes imaginar que hubo que corregirlo para coincidir con el armado del pilar de la planta superior, bueno, más bien se derribó para hacerlo de nuevo, por lo que de haber colocado los calzos se habrían ahorrado trabajo, tiempo y dinero, además de una tremenda bronca y enfado monumental del aparejador de la obra.

    ¿Te imaginas quién era ese malvado y caprichoso aparejador que obliga a derribar un pilar por no estar bien ejecutado? ;)

    En muchas ocasiones, la colocación de calzos separadores para hormigón evita fallos que se convertirán en pérdidas de tiempo corrigiéndolos, en el mejor de los casos o en costosas reparaciones en el peor.  Con lo baratos que son los separadores.

    Hay muchas más funciones que cumplen los calzos separadores, pero por no aburrirte solo comentaré una más, que es la función de dejar el espacio suficiente entre el armado y el fondo de encofrado, o los laterales del encofrado, para permitir el paso del hormigón, ya que en caso de que el acero esté demasiado próximo al borde puede que los propios áridos de la mezcla impidan el paso de la masa, provocando coqueras que aparecerán cuando se desmolde la pieza.

    De nuevo, la absurda manía de no colocar calzos vemos que trae más trabajo, pérdida de tiempo y de dinero en la reparación de algo que se podría haber evitado de una manera muy fácil, solamente colocando los calzos suficientes y de una manera correcta.

    Acero visto por mala colocación de calzos separadores

    Tipos de calzos separadores

    Tengo que decir que no soy ningún experto ni he hecho ningún estudio específico sobre tipos de calzos separadores, así que seguramente me dejaré muchos sin mencionar, pero al menos sí que quiero comentar los que conozco por ser de uso habitual en edificación.

    Si atendemos al material del que están fabricados podremos encontrarlos de plástico o de hormigón.

    En caso de ser de hormigón, éste debería ser de características similares al hormigón que vayamos a verter y, en caso de que sean calzos de plástico, hay que tener la precaución de que ocupen el menor volumen posible y que estén diseñados de manera que permitan al hormigón envolverlos completamente, sin dejar huecos entre las partes del calzo.

    calzos separadores de plástico para hormigón calzos separadores de plástico para hormigón calzos separadores de hormigón

    A modo de curiosidad, haciendo un poco de abuelo cebolleta (que mayor me voy haciendo) te contaré que cuando estuve trabajando en Grecia, en la fase de ejecución de muros pantalla los trabajadores se preparaban sus propios separadores de hormigón.

    Tenían hecha una plantilla metálica que llenaban con el hormigón que sobraba en cada vertido, de manera que al endurecer lo desencofraban y tenían sus propios calzos.

    Aquí en España no lo he visto hacer, pero por lo visto allí es lo más habitual.

    Moldes para hacer separadores in situ separadores hechos in situ

    Estas piezas de hormigón que ves en la imagen las ataban al armado del muro pantalla en posición vertical y con la parte más plana hacia el interior, de manera que, al tener esa curva en los extremos, permitía que deslizara junto con el armado al bajar la pantalla sin que se moviera de su posición.

    La verdad es que me resultó muy ingenioso.

    Si los clasificamos por la posición en que se colocan habría que mencionar los que se colocan para separar de laterales de encofrados, como los de rueda que hemos visto antes.  No tienen que resistir el peso del armado, por lo que no precisan tener resistencia, únicamente cumplir con la función de mantener la separación con la cara exterior.

    Sin embargo, los calzos que se colocan bajo el armado sí que precisan soportar el peso del acero, que en ocasiones puede llegar a ser un peso muy elevado, por lo que tienen que tener cierta resistencia para no deformarse bajo ese peso.

    Luego tendríamos también los que tienen la misión de mantener los mallazos en su posición, separados de la cara superior de las bovedillas.  Suelen ser ruedas de plástico sobre las que apoya el mallazo.

    Desde luego, lo que jamás se debería utilizar son materiales de la propia obra, como ladrillos o trozos de bloque de hormigón.

    Sí, ya sé que es habitual, pero no es nada recomendable ya que son materiales que tienden a absorber agua a través de sus poros, lo que acaba haciendo que esa agua acabe en contacto con el acero al que sirven de apoyo y por lo tanto facilitan la oxidación del mismo.

    Apoyos sobre material de obra

    Algunas sugerencias de colocación

    Espero que hayas llegado a este punto convencido de la importancia de la colocación de calzos separadores para hormigón, así que ahora, ya que sabes que hay que colocarlos, déjame que te diga algunos puntos a tener en cuenta para que, ya que los ponemos, ponerlos bien.

    Los calzos deben ir colocados sobre la barra más exterior del armado, ya que de lo contrario estaríamos perdiendo espesor de recubrimiento.  Si hay previsto un recubrimiento de 3-4 cm, pero tenemos una barra de 16 más exterior que la que hemos utilizado para colocar el calzo, estaremos perdiendo 1,6 cm de recubrimiento, por lo que el recubrimiento que en principio debería ser de 3-4 se queda en 1,4-2,4cm, muy inferior a lo que se precisa para evitar la carbonatación.

    Calzos separadores para hormigón colocados sobre armado principal

    En el caso de la imagen, lo correcto sería haberlos colocado sobre los estribos, de manera que no se perdieran esos 6mm de recubrimiento.  Además, si se coloca sobre la barra principal, como en la imagen, se corre el riesgo de que se pueda separar dicha barra del cerco debido al peso, así que mejor colocarlo en su posición correcta.

    colocación correcta de calzos separadores para hormigón en viga encofrada

    Otro punto a tener en cuenta es el atado o la sujeción de los calzos.  Cuando se hormigona es inevitable que el armado sufra movimientos, así que si el calzo no se encuentra bien fijado es muy probable que vuelque y que por lo tanto deje de cumplir con su función.

    Para esto son mucho mejores los calzos de plástico, que ya llevan sistemas clipados que hacen casi imposible que se vuelque el elemento, pero aún así, hay que asegurarse que se ha clipado correctamente.

    Calzos separadores para hormigón volcados

    Otro tema que se suele comentar en las obras es la cantidad de calzos que hay que colocar, o más bien, cada cuánto hay que colocar calzos separadores.

    La casuística es muy amplia y habría que ir a la EHE para conocer las distancias adecuadas en cada caso, pero a modo de "número gordo", en losas habría que colocar calzos a no más de 50 veces el diámetro de la barra del armado principal, sin superar nunca el metro de separación entre calzos.

    En las vigas la distancia entre calzos sería de un máximo de un metro, colocando siempre dos separadores en cada esquina de los estribos.

    En los extremos de los encofrados habría que colocar siempre, sin excepción.

    En los pilares no deberían estar a una separación mayor de 100 veces el diámetro, colocando a esa distancia en los cuatro planos del pilar, a razón de dos por cada cara como mínimo.  Por supuesto en los estribos.

    En muros no deberían estar separados más de 50cm, siempre sobre el armado más exterior de cada cara.

    Conclusión

    Pues nada, espero que, si eras de los que no colocaba calzos separadores para hormigón por no tenerlos a mano, por no conocer su verdadera importancia o simplemente porque te resultaba más sencillo no colocarlos, te haya servido el post para conocer que sí que tienen una importancia fundamental en la ejecución de elementos de hormigón, pues afecta directamente en la durabilidad del hormigón.

    Sí, ya sé que no va a pasar nada hasta dentro de 20 años y que tu ya no estarás ahí, pero... ¿No te quedas más a gusto cuando sabes que has hecho las cosas bien?

    Si he conseguido concienciarte me quedaré contento, es el objetivo principal tanto de este post como los del resto de la serie de cuidados del hormigón.


    Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:

    Encofrados para hormigón

    La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    Curado del hormigón

    Hormigonar en tiempo frío


    Si no eres de los que ejecuta sino que eres de los míos, de los que supervisamos, espero que el post te sirva para mostrárselo a aquellos que siempre protestan por la colocación de separadores, esos a los que tienes que repetir una y otra vez que es importante su uso.

    Así que ya sabes, evítate explicaciones, envíalos directamente al post para que lo vean ellos mismos.

     

    [hr] [typography font="raleway" size="24" size_format="px" color="#666699"]Si te ha parecido interesante [highlight]no olvides compartirlo[/highlight] con tus contactos en las redes sociales, quizá a alguno de ellos también le interese. Gracias.[/typography][hr]

    Alario Arquitectura técnica en Valencia. Arquitecto Técnico en Valencia

  • Cuidados del Hormigón.  Encofrados para hormigón

    Cuidados del Hormigón. Encofrados para hormigón

    Hace ya algún tiempo que hablé de los encofrados para hormigón en el post sobre Ejecución de Forjados Unidireccionales, pero todavía no le había dedicado el post que merece este tema tan importante a la hora de ejecutar estructuras de hormigón.

    Lo primero que habría que hacer es definir lo que es el encofrado para hormigón.  Se trata del molde que se rellena con hormigón que le da forma al elemento estructural.

    Sí, ya sé que es una definición muy simplista y poco academicista, pero se trata de hacerse entender, así que el que quiera una definición más técnica seguro que la puede encontrar en muchísimas publicaciones y libros de hormigón que puede encontrar por la red.

    Además de dar forma al elemento estructural, el encofrado debe ser capaz de soportar el peso del hormigón hasta que este alcance la resistencia necesaria para hacerlo por sí mismo, así que el encofrado debe tener rigidez para mantener la forma y también la posición del elemento.

    Materiales de encofrado, características y elementos que lo componen

    Evidentemente no voy a mencionar toooooodos los tipos de encofrado para hormigón que existen, básicamente porque no los conozco, pero también porque siendo este un post en el que pretendo simplificar las explicaciones, no creo que tenga sentido entrar al detalle con los tipos.  Lo primero que habría que hacer para hablar de tipos de encofrado sería puntualizar para qué elementos se utilizan, ya que pueden ser para muros, pilares, vigas o forjados y en algunas ocasiones, incluso cimentaciones. (insisto, simplificando) y los materiales de que están compuestos.  Ahí sí que me meto.

    En edificación, básicamente los materiales son metálicos o de madera, casi más los metálicos por aquello de la durabilidad y aprovechamiento, aunque a mi me gustan mucho más los de madera y son los que se usan en encofrados de forjados.

    Los metálicos tienen la ventaja de que ya tienen elementos incorporados que facilitan el montaje, además de no tener "desperdicio" de material que se produce utilizando los de madera, aunque limitan las formas, ya que con encofrados metálicos, si la forma que necesitas no está fabricada, no la puedes usar, mientras que con la madera y un carpintero mañoso puedes conseguir cualquier forma de elemento de hormigón que te propongas.

    Lo malo de los metálicos es que, aunque es difícil romperlos, es muy fácil deformarlos, más aún con el "respeto" con que se tratan los materiales en las obras en España, así que no es extraño ver una chapa de encofrado con bollos que, una vez en contacto con el hormigón, se los traspasa al elemento por haber sido el molde haciendo que aparezca un "chichón" en mitad de un pilar o la cara de un muro.

    Además, en el caso de encofrados metálicos de pilares, que son los más habituales, si las planchas son cuadradas pequeñas, hará falta ir uniendo tantas como sea necesario hasta alcanzar la altura del pilar, lo que creará un sinfín de marcas horizontales que se notarán en el pilar endurecido, a no ser que se utilicen planchas con la altura del pilar, más pesadas y difíciles de manejar, aunque con un resultado muchísimo mejor.

    [caption id="attachment_6120" align="aligncenter" width="375"]Encofrado metálico de pilar de hormigón Encofrado metálico de pilar de hormigón[/caption]

    Sin embargo, cuando se trata de encofrados de forjado el campeón indiscutible es el de madera, mucho más ligero y con el que se puede adaptar la forma para poder albergar la gran cantidad de huecos que atraviesan un forjado de hormigón y que no pueden "modularse" para adaptarse a la estandarización de las planchas metálicas.

    Los tableros de madera se pueden cortar, unir, clavar, escalonar y en definitiva trabajar hasta alcanzar la forma que se precise en cada punto, lo que hace que en cada montaje se pierda gran parte del material utilizado y que no va a encontrar otra ubicación igual en el siguiente forjado que se ejecute.  Todo este trasiego de trabajo con los tableros hacen que se degraden muy rápidamente, por lo que hay que tener cuidado de montar únicamente los tableros que cumplan unas mínimas condiciones de forma, ya que de lo contrario pueden aparecer marcas en el hormigón acabado o bien huecos en el encofrado por los que se puede perder parte de la lechada del hormigón vertido.

    [caption id="attachment_6121" align="aligncenter" width="500"]Tableros de encofrado en mal estado de conservación Tableros de encofrado en mal estado de conservación[/caption]

    En cuanto a otros elementos que forman los encofrados, destacan sin duda los puntales, esos elementos que reciben el peso del hormigón vertido y evitan que los tableros o las planchas pierdan su posición.

    Hasta una altura de unos 3,50 metros sería suficiente con la utilización de puntales, pero a partir de esa altura, la estabilidad horizontal ya se ve comprometida y es más conveniente el uso de cimbras arriostrada, formadas por estructura tubular que soporta mucho mejor esos esfuerzos horizontales y garantiza la estabilidad.

    Hay que tener cuidado con la colocación de los puntales, ya que de no hacerlo bien puede llegar a producirse la rotura de la pieza que soporta.  Luego lo comentamos con más detalle.

    Los puntales no soportan directamente a los tableros y planchas, ya que de ser así estos elementos precisarían de mucha mayor rigidez para no deformarse contra un elemento de apoyo puntual como es el puntal, así que existe un elemento de transición y reparto entre el tablero y el puntal.  Se trata de las sopandas.

    Las sopandas son unos elementos longitudinales, con cierta rigidez, sobre los que se apoyan los tableros del encofrado, de manera que el puntal, en vez de recibir directamente a cada uno de los tableros, recibe el apoyo de la sopanda que a su vez recoge varios tableros.

    [caption id="attachment_1090" align="aligncenter" width="500"]Forjados de Hormigón, estructura de hormigón, arquitecto Técnico Valencia, aparejador valencia, arquitecto técnico paterna, arquitecto técnico valencia Sopandas metálicas que soportan tableros de madera y apoyan sobre puntales[/caption]

    Otro elemento muy importante en un sistema de encofrado son los durmientes.

    Cuando un encofrado de forjado se rellena con hormigón, el peso que alcanza es muy elevado.  Todo ese peso se traslada a los puntales y de ahí al elemento sobre el que apoya, que puede ser otro forjado, un suelo firme o incluso el terreno de tierra.

    Al ser el puntal un elemento puntual, con muy poca superficie de base, la presión con la que traslada todo ese peso que soporta es muy elevada, lo que puede llegar a deformar el soporte.  No sería el primer forjado que ha quedado con marcas de puntales que pueden alcanzar al armado o, lo que es peor, puntales hundidos en el suelo de tierra.

    ¿Te puedes imaginar lo que ocurre si el soporte se deforma?

    Efectivamente, si el soporte se deforma bajo el pero que le traslada el puntal, significa que el puntal ha descendido, ha perdido su posición, su cota y con él también desciende el forjado que soporta perdiendo horizontalidad.

    Para evitar esto se colocan los durmientes bajo los puntales, que no son más que tablones de madera de espesor suficiente y longitud para aumentar la superficie de apoyo de los puntales y así transmitir menor presión, lo que evitará que se deforme el soporte o lo que es peor, que se hunda bajo la presión.

    [caption id="attachment_6125" align="aligncenter" width="500"]Durmientes de apoyo de puntales de encofrado de hormigón Durmientes de apoyo de puntales. Lástima que no apoye como es debido[/caption]

    El número de puntales a utilizar y la resistencia de los mismos debe ser calculada en función del tipo de forjado a hormigonar, ya que según el forjado, el peso que transmita precisará una cantidad de puntales mayor o menor para poder soportar la carga.

    Cuando se trata de encofrados de pilares o de muros, la función de los puntales no es la de transmitir la carga vertical, sino la de mantener la posición vertical de las caras del elemento.  Para ello se colocan los puntales inclinados, apoyados en la parte exterior del encofrado.  En este caso también es importante que el apoyo sobre el terreno o el soporte permita mantener la posición, ya que si el puntal deslizara perdería la verticalidad de la cara del elemento que soporta, así que hay que colocarles un tope para evitar que se desplacen de su posición cuando se vierta el hormigón y este ejerza presión al encofrado desde el interior.

    Otro elemento más que cabe mencionar en los encofrados de forjados son los cantos.  Los bordes de los forjados tienen un espesor, un canto que tiene que mantenerse vertical para así respetar el plomo con el resto de plantas, de manera que cuando se vaya a revestir por el exterior, todos estos cantos de forjados respeten una misma vertical.

    Bien, al igual que sucede con los pilares, cuando se vierte el hormigón en el encofrado se produce una presión hacia el exterior que tiende a mover las paredes verticales del encofrado, así que para evitarlo hay que asegurar muy bien la verticalidad de esas paredes acodalando y poniendo topes que eviten el deslizamiento.

    [caption id="attachment_1100" align="aligncenter" width="500"]Acodalamiento de encofrado de forjado de hormigón. Acodalamiendo de lateral de encofrado de forjado. Falta asegurar el deslizamiento.[/caption]

    Precauciones a tener en cuenta en el montaje de encofrados

    Una de las precauciones que hay que tomar con el uso de encofrados metálicos es el uso de desencofrantes, ya que de lo contrario el hormigón podría quedar adherido en la cara interior del encofrado y se arrancaría al desmontarlo.

    No todos los desencofrantes sirven.  Hasta no hace mucho era habitual rociar la cara interior del encofrado con gasoleo o con grasas que evitaban que se pegara el hormigón, pero provocaban reacciones químicas que dañaban el hormigón y además dificultaban el agarre de cualquier revestimiento que se pretendiera colocar por el exterior.

    El desencofrante a utilizar debe ser específico para ese uso y se debe utilizar según las indicaciones del fabricante.

    En el caso de los encofrados de madera hay que tener la precaución de mantener la madera mojada, ya que de lo contrario absorberá parte del agua del hormigón, impidiendo que se produzcan las reacciones de endurecimietno de manera adecuada, como ya comenté en el artículo "La importancia del curado del hormigón"

    Además, al mojar la madera, ésta aumentará de volumen, lo que favorecerá la estanqueidad del encofrado por quedar más pequeños los huecos que pudieran existir entre las tablas.  Hay que tener cuidado con esto, ya que puede llegar a suceder que esta hinchazón debida al mojado llegue a producir tensiones entre tablas y puede deformar el encofrado, sobretodo si se usan maderas que no tienen recubrimiento fenólico.

    Hablando de huecos entre los elementos del encofrado, hay que evitarlos a toda costa, ya que a través de ellos se puee perder lechada del hormigón vertido, es decir, perder los finos y por tanto una parte muy importante de la dosificación del hormigón.  Se puede dar el caso incluso de perder la mayor parte del hormigón vertido si éste es de consistencia muy fluida, como puede ser el caso de los hormigones autocompactantes.

    Como comentaba unas líneas más arriba, es importante cuidar la colocación de los puntales en cuanto al apriete de los mismos, ya que en caso de un apriete excesivo, puede darse el caso de que algún punto en concreto quede demasiado alto, levantando el encofrado.  En caso de encofrado continuo el daño no pasa de una deformación de la cara inferior, pero en caso de que se esté apuntalando bajo vigueta, ésta puede llegar a romper si uno de sus lados queda más alto que los otros debido a la deformación que sufrirá hasta que consiga el apoyo sobre el puntal que ha quedado bajo.

    Hablando de viguetas.  Hay que tener la precaución también de respetar la contraflecha.  Como sabes, las viguetas se fabrican con una ligera contraflecha en la parte central para mejorar el comportamiento, así que el puntal que sujete esa zona central deberá quedar un poco más alto que los de los extremos.  Para ello es conveniente levantar los de los extremos hasta alcanzar el contacto con la cara inferior de la vigueta, sin presionar, para a continuación subir el puntal central hasta su posición de contacto con esa zona de la vigueta.

    Un fallo muy habitual en el montaje de encofrados es la falta de limpieza del fondo de encofrado.  Durante el montaje de armados y demás elementos del forjado o de cualquier otra pieza, se producen restos de otros materiales que acaban dentro del encofrado.  Estos materiales deben ser eliminados ya que pueden perjudicar al hormigón vertido, como por ejemplo sucede con los plásticos atados a los armados para nombrarlos y que pueden impedir un correcto contacto entre el hormigón y el acero, o también sucede con los alambres usados para el atado de los armados, que en caso de quedar en el fondo del encofrado pueden provocar manchas de óxido en el futuro cuando se revista esa cara inferior con yeso.

    [caption id="attachment_1107" align="aligncenter" width="500"]Óxido por restos de alambre en encofrado de losa de escalera Óxido por restos de alambre[/caption]

    No me quiero extender mucho más, pues se podría estar cientos de artículos hablando sobre el tema, de hecho hay multitud de libros que profundizan en el tema, así que pretender contarlo todo en un solo post es utópico.  En el post sobre forjados unidireccionales también hablo de los encofrados, así que os remito allí para tener más información sobre el tema.

    En cualquier caso, si te ha quedado alguna duda tienes a tu disposición un poco más abajo los comentarios del post, donde te responderé encantado a las consultas que me traslades y donde también podrán participar los compañeros para ayudarte.

    Si te interesa el tema del hormigón, puedes encontrar muchos otros artículos sobre hormigón en el blog, seguro que encontrarás más de uno que te guste.  Ya me contarás.


    Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:

    Calzos separadores de hormigón

    La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    Curado del hormigón

    Hormigonar en tiempo frío


    También puedes encontrar información en los libros sobre hormigón que tengo colgados en www.librosdeconstruccion.com.  De momento no hay muchos, pero  poco a poco iré colgando más.

    [hr] [typography font="raleway" size="24" size_format="px" color="#666699"]Si te ha parecido interesante [highlight]no olvides compartirlo[/highlight] con tus contactos en las redes sociales, quizá a alguno de ellos también le interese. Gracias.[/typography][hr]

    Alario Arquitectura técnica en Valencia. Arquitecto Técnico en Valencia

  • Cuidados del hormigón.  La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Cuidados del hormigón. La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Seguimos con los post sobre cuidados del hormigón, en esta ocasión quiero hablar de algo tan importante como el vibrado del hormigón.  Bueno, más que el vibrado deber hablar sobre la importancia de la compactación, que es realmente lo que conseguimos con el vibrado, pero permitidme que me centre en el método más común de compactación que a la postre es el que en mi opinión más descuidado se tiene en las obras.

    Al igual que en los anteriores en los que hablaba del curado del hormigón y sobre la pésima costumbre de añadir agua al hormigón no trato en el post tanto de mostrar el cómo, sino más bien el porqué de estos cuidados tan necesarios pero en demasiadas ocasiones tan descuidados.

    Ya sabéis que lo que el principal objetivo de esta serie de post sobre los cuidados del hormigón es mostrar a los que lo ejecutan, si, si, lo que están a pié de obra manchándose con el hormigón, lo tremendamente importante que es hacer bien su trabajo y hacer ver que las exigencias del técnico de turno no son simples caprichos, sino que es fundamental seguir sus indicaciones para que el hormigón cumpla con su función durante mucho, mucho tiempo.

    Importancia de realizar un buen vibrado del hormigón

    Como ya he comentado en varias ocasiones, el hormigón, al contrario de lo que en principio puede parecer, es un material muy delicado que necesita ejecutarse con ciertos cuidados para que realmente cumpla su función, no solo al poco tiempo de la construcción, eso es fácil, sino para que siga cumpliendo su función pasado mucho tiempo.

    A primera vista siempre nos va a parecer que el hormigón está duro al poco de verterlo y muchos piensan que es la única propiedad que debe cumplir, incluso algunos que se hacen llamar profesionales, pero están muy, pero que muy equivocados.

    Evidentemente, a primera vista el hormigón va a estar duro, seguro que con la mano no lo partes, pero ¿es suficiente la dureza alcanzada? Quizá no se rompa, pero ¿estarán bien integradas las armaduras para evitar que fleche? ¿durante cuánto tiempo será capaz de mantener sus propiedades?

    Estas son algunas de las cuestiones en las que influye el vibrado el hormigón.  Vamos a ver cómo.

    Cuando llega el hormigón en los camiones y se vierte en los encofrados, ya sea con baldes, directo desde el camión, bombeado o como quieras verterlo, junto con el hormigón entra gran cantidad de aire que se queda atrapado dentro de la masa.

    Como puedes imaginar, ese aire no resiste lo mismo que el propio hormigón, así que no parece una buena idea mantener el aire dentro de la masa, pues allá donde haya aire, no habrá resistencia.

    La misión del vibrado (en realidad del compactado, pero me centro en el vibrado como ya he dicho antes) es hacer que ese aire que está atrapado en la masa de hormigón vaya subiendo hasta la superficie y se elimine, haciendo que en la masa no quede aire, sino solamente hormigón.

    La misión del vibrado es compactar la masa del hormigón, eliminando el aire que ha quedado atrapado en la masa durante el vertido.

    [caption id="attachment_5524" align="aligncenter" width="500"]Vibrado del hormigón. Comparación de hormigón vibrado y sin vibrar Comparación de hormigón vibrado y sin vibrar[/caption]

    ¿Qué conseguimos con el vibrado del hormigón?

    Con el vibrado del hormigón conseguimos varias cosas, a cada cual más importante.  Si, ya se que he dicho que lo que hacemos con el compactado es eliminar el aire de dentro de la masa, pero ese no es el objetivo final, sino que el objetivo es evitar las consecuencias de que se quede el aire, es decir, mejorar el comportamiento del hormigón en varios aspectos. Vamos a ver algunos:

    • Mejora de resistencia.  Es lo más evidente, ya que cómo he explicado, el aire no es resistente, así que las zonas de la masa que en vez de hormigón haya aire, pues no resistirán NADA.  Importante sobretodo en los encuentros entre distintos elementos.
    [caption id="attachment_5518" align="aligncenter" width="500"]Vibrado del hormigón. Mal vibrado en el encuentro de viga con pilar Mal vibrado en el encuentro de viga con pilar[/caption]
    • Mejora la durabilidad del hormigón.  Ya lo comentaba en el post del curado del hormigón y en el de añadir agua, el aire que queda en la masa del hormigón acabará favoreciendo que se produzca oxidación en las armaduras de refuerzo, ya que crea una red de poros que facilitará la entrada de agentes agresivos exteriores hacia el interior de la masa, como el CO2, agua, polución, etcétera.
    • Mejora el anclaje de las armaduras.  El aire que además de estar atrapado en la masa del hormigón, está en contacto con las barras de armado representa una superficie de metal que no está en contacto con el hormigón.  A menor superficie en contacto con el hormigón menor será su capacidad de anclaje y por lo tanto pierde la capacidad de ayudar al hormigón a resistir tracciones, por lo que con el vibrado conseguimos eliminar ese aire, aumentar la superficie de contacto hormigón/acero y por lo tanto mejorar el anclaje de armaduras.
    [caption id="attachment_5520" align="aligncenter" width="500"]Vibrado del hormigón. Fallo de vibrado en viga de hormigón Si no hay hormigón se pierde capacidad de anclaje con el acero[/caption]
    • Reorganiza los componentes del hormigón.  Arenas, gravas, cemento... diferentes materiales con diferentes tamaños de grano.  Al aplicar el vibrado, las partículas más pequeñas se van recolocando entre los huecos que van dejando las partículas más gruesas, favoreciendo la homogeneidad de la mezcla, ayudando a rellenar pequeños huecos (como espacio entre barras muy juntos), rellenar correctamente esquinas y formas complicadas del encofrado y en definitiva, mejorar la calidad del hormigón.
    • Evita coqueras y los consiguientes retoques en el hormigón acabado.  Si al desencofrar aparecen agujeros en la superficie del hormigón es debido a que no se ha vibrado correctamente, no se ha eliminado el aire y por tanto, al endurecer la masa, el que estaba en contacto con los encofrados ha quedado ahí dejando las típicas coqueras, lo que al final acaba siendo un coste adicional por que es necesario reparar ¿no será mejor  más barato evitarlo durante el vertido?
    [caption id="attachment_5523" align="aligncenter" width="500"]Vibrado del hormigón. Fallo de vibrado en base de muro Fallo de vibrado en base de muro[/caption]
    • Mejora la estética del acabado.  Directamente relacionado con la anterior, en hormigones vistos es de lo peor que puede pasar, pues las reparaciones en los hormigones vistos van a ser difíciles de disimular, se van a notar, así que el vibrado, además de la importancia de los puntos anteriores es fundamental para conseguir un perfecto acabado.  En casos de hormigón visto la verdad es que considero más interesante utilizar hormigones autocompactantes, pues así garantizamos un perfecto acabado.

    10 puntos a tener en cuenta para un correcto vibrado del hormigón

    Ya sé que he dicho que el post no trataba de hablar sobre el cómo, sino sobre el porqué, pero ya que estoy no puedo dejar de dar algunos puntos que hay que considerar para ejecutar el vibrado del hormigón, sin profundizar, simplemente mencionado por si alguno no lo teníais en cuenta.

    Si os interesa el tema me lo podéis comentar y prepararé un post profundizando en la ejecución del vibrado.

    Vamos a ver algunos de los puntos a tener en cuenta:

    1. Introducir el vibrador en vertical y con velocidad hasta la profundidad de vibrado.  Si lo introducimos despacio se compactarán las capas superiores y dificultará que el aire de capas inferiores suba hasta el exterior.
    2. Sacarlo lentamente e inclinado, así conseguiremos que quede bien compactada toda la profundidad y al sacarlo inclinado evitaremos que se marque el punto de salida.
    3. Mantenerlo en la masa durante 10-15 segundos como máximo.
    4. Mejor introducir muchas veces durante poco tiempo que pocas durante mucho tiempo.
    5. En los vibradores los fabricantes indican el radio de acción de su equipo.  La distancia entre dos puntos de vibrado debería ser aproximadamente una vez y media ese radio de acción, de manera que se solapen y no queden zonas sin afección de vibrado.
    6. Hay que introducir la aguja hasta una profundidad suficiente para que penetre en la anterior tongada vertida, de manera que con el vibrado "cosamos" ambas tongadas para conseguir una masa homogénea.
    7. Sobretodo en las primera tongadas es recomendable acercar el vibrador a esquinas y recovecos para garantizar que los finos se recoloquen consiguiendo esas formas, pero con precaución de no golpear a los encofrados.
    8. Evitar utilizar el vibrador para "mover" el hormigón.
    9. Para rebajar cúmulos de hormigón no se debe introducir en la cima del cúmulo, sino ir pinchando alrededor hasta que se vaya repartiendo por su peso.
    10. Hay que tener vibrador de reserva en obra, sería desastroso, además de muy costoso, que el vibrador se estropease justo con un camión recién vertido, pues habría que picar toda esa masa.

    Podría hacer crecer la lista indefinidamente, pero como he comentado no es el objeto del post, así que creo que con las que he comentado es suficiente de momento.

    Conclusiones

    Como veis, otra de esas operaciones que precisa el hormigón, sencillas pero importantísimas que no depende tanto de proyectos ni de técnicos, sino más bien del profesional a pie de obra, de los operarios encargados del vertido, así que como diría un religioso,  "en tus manos encomiendo mi... estructura"

    Si eres de esos profesionales encargados de colocar hormigón en obra y no conocías la importancia del vibrado, ahora ya no tienes excusa para hacerlo correctamente.  Formas parte del proceso, así que de nada sirven proyectos, cálculos o técnicos si tú no te responsabilizas de algo tan sencillo e importante.

    Haz tu parte.


    Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:

    Calzos separadores de hormigón

    Encofrados para hormigón

    Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    Curado del hormigón

    Hormigonar en tiempo frío


    Para redactar este post me he apoyado en algunos libros que tengo por casa, que son:

    • .  Escrito por Álvaro García Meseguer.
    • Puesta en obra del hormigón, de E. Montero Fernández de Bobadilla.
    • Fichas de ejecución de hormigón, de José Calavera Ruiz.
    • EHE-08.  Instrucción de Hormigón Estructural.

    Encuentra otros libros sobre hormigón armado en www.LibrosDeConstrucción.com

    Libros de Construcción. Libros de Hormigón Armado [hr] [typography font="raleway" size="24" size_format="px" color="#666699"]Si te ha parecido interesante [highlight]no olvides compartirlo[/highlight] con tus contactos en las redes sociales, quizá a alguno de ellos también le interese. Gracias.[/typography][hr]

    Alario Arquitectura técnica en Valencia. Arquitecto Técnico en Valencia

  • Cuidados del hormigón.  Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    Cuidados del hormigón. Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    [divider_flat]

    Al hilo del post de la semana pasada en el que hablaba sobre el curado del hormigón, en éste post quiero comentar un tema que a los técnicos nos saca de nuestras casillas pero que no siempre se aprecia la importancia por parte de quién lo hace.  Se trata de esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón.

    Al igual que en el anterior artículo sobre cuidados del hormigón, quiero dar un enfoque dirigido a quién lo hace, al operario a pié de obra a quien nadie le ha explicado el tremendo daño que le está haciendo al hormigón por el simple hecho de añadir agua a la masa, no ha sido específicamente formado para la recepción y vertido de hormigón, sino que simplemente es lo que ha hecho siempre, de la misma manera, con los mismos vicios adquiridos de quien aprendió, que por supuesto tampoco nadie le había explicado esto (por desgracia, en algunos casos se explica pero no se escucha, pero esos son casos perdidos).

    Así que voy a intentar no ser demasiado «técnico» en las explicaciones.  Para los detalles técnicos ya están los libros, pero esos no llegan a quien yo quiero llegar.

    ¿Por qué le añaden agua al hormigón?

    En muchas ocasiones la fuente del problema esta en el proyecto de la obra.  Sí, sí, en el proyecto, ya que por el celo de algunos proyectistas en asegurar un hormigón lo más seco posible para conseguir mejores características, no se tiene en cuenta la trabajabilidad del mismo, por lo que cuando llega a la obra con la consistencia especificada es muy difícil trabajar con esa masa que más que hormigón parece plastelina.

    Ante esto, y ante la falta de información del problema, los operarios encargados de poner ese hormigón en obra optan por añadir «un poco» de agua (así, a ojo) para que esa pasta se vuelva un poco más trabajable, sin tener en cuenta las consecuencias que esto conlleva.

    En otras ocasiones nada tiene que ver con que el hormigón se prescriba especialemente seco, sino que ya se ha creado la costumbre de «ablandarlo» venga como venga.  Claro, cuanto más fluido sea la masa más rápido se coloca y ya sabemos la importancia que tiene la velocidad de ejecución en los destajos (malditos destajos).

    La importancia de la proporción

    Repasando lo que ya expliqué en el post sobre el curado del hormigón (te remito a él para la explicación completa), el hormigón necesita una cantidad de agua por determinada cantidad de cemento para que se produzca la reacción química que hará que se endurezca. Ni más ni menos, una proporción muy estudiada.

    Tan importante es que la cantidad de agua sea la adecuada que incluso se tiene en cuenta la humedad que puedan tener los áridos de la composición, pues podría influir en el resultado final.  Así que, si la humedad de las piedras de la mezcla influye, imagina lo que puede influir un chorro de agua a ojo en la masa.

    Menos cantidad de agua de la necesaria hará que no todo el cemento reaccione y endurezca, que es el caso que contaba en el anterior artículo.

    En el caso de hoy ocurre lo contrario.  Cuando ya se ha producido la reacción del agua con el cemento la masa ha endurecido, se ha utilizado toda el agua que el cemento necesitaba para completar la reacción, la cantidad justa, pero ¿qué ocurre si el hormigón tenía más agua de la necesaria? ¿Qué consecuencias tiene para el hormigón el agua sobrante?

    Consecuencias de añadir agua al hormigón

    Os podéis imaginar que esa agua que no ha reaccionado (la sobrante, la que se ha añadido de más) no desaparece sin más, sino que se queda dentro de la masa del hormigón ocupando unos espacios, unos huecos que no son hormigón, sino agua.  No son piedra dura, sino líquido.  ¿Pero si el agua no es resistente? Efectivamente, he aquí uno de los problemas, pero hay más.

    Por un lado, una de las consecuencias es la que acabo de mencionar, la heterogeneidad de la masa, es decir, que no todo el hormigón es hormigón, sino que algunas partes son agua embebida en la masa, en pequeños huecos, en ocasiones microscópicos, pero suficientes para reducir la resistencia del hormigón, suficientes para crear zonas sin la dureza prevista que acaban por reducir la resistencia general de la pieza.

    A mayor volumen de poros, menor volumen de masa de hormigón, que es al fin y al cabo la que tiene la resistencia.  El aire de los poros no resiste.

    Estas zonas ocupadas por agua en vez de por masa endurecida puede que estén rodeadas de hormigón, pero también puede suceder que esa zona esté en contacto con el armado de refuerzo.

    Anda ¡agua en contacto con acero!

    Creo que no es necesario que comente cuál puede ser la consecuencia de poner en contacto el agua con el acero.  Tarde o temprano se convertirá en un inicio de oxidación, un inicio de degradación del elemento de hormigón.  Quizá no será en un año, ni en dos ni en diez, pero recordemos que una estructura de hormigón tiene que durar mucho más que eso y tenemos que poner el cuidado necesario para que lo haga en las mejores condiciones posibles.

    Por otro lado, el agua que se encuentra en el hormigón tarde o temprano acabará evaporando, saldrá de la masa dejando un hueco vacío.  Bueno, vacío no, será ocupado por aire y se creará un poro.  Quizá un poro aislado no signifique nada, pero si la cantidad de poros es elevada la cosa cambia.  Cuantos más poros, más zonas sin resistencia.

    Además, si estos poros se van conectando entre ellos y acaban estando en contacto con el exterior, se convertirán en una vía de entrada de agentes ambientales al interior de la masa, lo que iniciará un proceso de degradación del elemento en cuanto ese ambiente exterior alcance la profundidad a la que se encuentra el armado.  Es lo que se llama carbonatación del hormigón.  Si la carbonatación alcanza al acero de armado se inicia la oxidación del mismo y más pronto que tarde precisará una reparación.

    [caption id="attachment_938" align="aligncenter" width="640"]Oxidación de armaduras por carbonatación de hormigón Oxidación de armaduras por carbonatación de hormigón[/caption]

    Los daños por carbonatación tienen también relación con la profundidad a la que se encuentran los armados, de ahí la importancia de utilizar separadores para garantizar que no se encuentran demasiado cerca de la zona exterior del hormigón, pero de eso hablaremos en otro post de ésta serie de cuidados del hormigón.

    En definitiva, añadir agua al hormigón aumenta la porosidad del mismo y por tanto disminuye la durabilidad y la resistencia.  ¡Ahí es nada!

    Añadir agua al hormigón aumenta la porosidad y por lo tanto se disminuye la durabilidad y la resistencia.

    Otra consecuencia a tener en cuenta es la que afecta al anclaje de las armaduras.

    Aunque profundizaremos más en futuros post sobre el cuidado del hormigón, pero por introducir el tema, para que las armaduras de refuerzo que se encuentran en el interior del hormigón cumplan con su cometido es necesario que se encuentren perfectamente ancladas al hormigón, es decir, aprisionadas, impedidas por la fuerza que el hormigón ejerce sobre ellas de manera que ambos materiales trabajen en conjunto, íntimamente unidos.

    Sin embargo, vamos a pensar de nuevo en aquellos pequeños espacios en los que se había quedado encerrada el agua, especialmente los que estaban junto a los armados.

    Para que el hormigón presione al acero tiene que haber hormigón. Parece de perogruyo, pero es precisamente lo que no ocurre cuando en vez del hormigón necesario hay agua (o aire, en caso de que se haya evaporado el agua).  Si no hay hormigón no hay presión y por lo tanto se debilita la acción de refuerzo del armado, la unión entre ambos materiales se puede romper por la menor resistencia.

    Si solo ocurre en una zona microscópica y puntual no pasa nada, pero si por culpa de haber añadido exceso de agua al hormigón, éste es mucho más poroso de lo deseable, la cosa cambia.  El anclaje y por tanto el refuerzo del hormigón puede verse seriamente comprometido y acabar provocando la aparición de grietas en zopnas donde debería estar trabajando el acero.

    Cuanto menos volumen de hormigón se encuentre en contacto con el acero, menos presión de anclaje y por lo tanto menos resistencia de la pieza.

    Más consecuencias.

    Todos sabemos que en una mezcla, lo más pesado tiende a irse al fondo y lo menos pesado sube a la superficie ¿verdad?  Pues bien, debido a éste efecto, parte del exceso de agua subirá a la superficie (exudación) haciendo que la proporción de agua en relación con el cemento en la superficie disminuya drásticamente, tanto que en algunos casos el hormigón de la superficie puede llegar a romperse simplemente con la mano por la gran cantidad de agua que ha subido, quedando prácticamente una superficie de barro fino.

    Evidentemente la primera consecuencia de ésto es la baja resistencia de la superficie del hormigón.

    Además, el agua exudada (esa que ha subido hasta la superficie) va a tender a evaporarse rápidamente, tan rápidamente que se van a producir fisuras en la superficie del hormigón, ya que los espacios dejados por el agua al evaporarse van a querer ser rellenados por la masa, la cual retraerá y provocará esas fisuras.

    Fisuración del hormigón.

    Otra consecuencia de este efecto de exudación es que aumenta drásticamente la porosidad superficial, por lo que se facilita que el ambiente exterior alcance a las armaduras (se favorece la velocidad de carbonatación) iniciando un proceso de oxidación que ya hemos comentado.

    Entonces ¿Qué hacer si el hormigón llega tan duro que no se puede trabajar?

    Esta es una situación habitual.  Como he comentado una de las causas de que ésto ocurra está en el propio proyecto en el que se prescriben hormigones muy secos.  Sería deseable que el proyectista tuviera en cuenta que ese hormigón tiene que ser colocado, y por lo tanto prescribiera un hormigón con mayor trabajabilidad, previendo el uso de aditivos que conservaran la relación agua/cemento pero que le dieran mayor fluidez a la masa para su colocación.

    Si esto no ocurre y el hormigón se prescribe seco, la contrata debería adelantarse al problema y tratar de acordar con la dirección de obra el uso de aditivos, hormigones autocompactantes o bien un cambio en la consistencia del hormigón, pero modificando la dosificación en planta, nunca a pie de obra.

    También puede suceder que se pida a la planta una consistencia del hormigón pero que la que llegue sea diferente por cualquier causa (error de dosificación, trayecto…).  No debe servir como excusa para añadir agua.  Si el hormigón no ha llegado con la consistencia solicitada SE DEVUELVE.  Sí, sí.  Tal cual.  Si no se ha servido el hormigón solicitado no hay que tener miedo a devolverlo, cualquier cosa antes que añadir agua al hormigón ¿o es que prefieres bajar la calidad de tu trabajo antes que exigir que te sirvan lo que has pedido?

    Si a pesar de todo, se ha solicitado que se modifique la consistencia, que se añadan fluidificantes, se ha comprobado que el hormigón servido es el solicitado, el hormigón sigue siendo muy seco, solo queda una opción… HAY QUE JODERSE Y COLOCARLO ASÍ.  Nada de añadir agua, nunca, jamás.  Tendrás que tardar más en colocarlo, trabajarlo más con el vibrador, poner maýor cuidado en no dejar coqueras, pero en ningún caso añadir agua.  Negocia si quieres un mayor precio por colocación dificultosa, pero NO AÑADAS AGUA.

    Creo que ha quedado claro ¿no?

    En resumen

    Como hemos visto, la simple acción de coger una manguera y añadir agua al camión para que éste sea más fluido y más fácil de trabajar conlleva consecuencias que pueden llegar a ser muy graves:

    1. Disminución de resistencia.
    2. Aumento de porosidad.
    3. Disminuye la durabilidad.
    4. Favorece la carbonatación.
    5. Empeora el anclaje de las armaduras.
    6. Favorece la oxidación del armado.
    7. Fisuración superficial.
    8. Aumenta la velocidad de carbonatación.
    9. Baja la resistencia superficial.
    10. Seguro que me he dejado alguna… completa la lista en los comentarios.

    ¿Todo esto simplemente por coger la mangeura y añadir agua al camión hormigonera?  Ya ves.

    Quizá tú, si tú, el que tienes la misisón de verter el hormigón no pienses más que en terminar rápido tu trabajo para cobrar y a otra obra, sin importar la calidad del mismo.  Si después de leer este post sigues pensando que así, no mereces ser un profesional de la construcción, vete a otra parte y deja sitio a los buenos profesionales.

    Espero que si no conocias las consecuencias de eso que has estado haciendo desde siempre, dejes de hacerlo ahora que las conoces.  Los que compren los edificios en los que intervengas te lo agradecerán.


    Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:

    Calzos separadores de hormigón

    Encofrados para hormigón

    La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Curado del hormigón

    Hormigonar en tiempo frío


    [hr] [typography font=»raleway» size=»24″ size_format=»px» color=»#666699″]Si te ha parecido interesante [highlight]no olvides compartirlo[/highlight] con tus contactos en las redes sociales, quizá a alguno de ellos también le interese. Gracias.[/typography][hr]

    Alario Arquitectura técnica en Valencia. Arquitecto Técnico en Valencia

  • Cuidados del hormigón.  Curado de hormigón

    Cuidados del hormigón. Curado de hormigón

    [adsanity id=8136 align=aligncenter /]

    Llevo ya mucho tiempo queriendo hablar en el blog sobre el curado de hormigón.  Se ha escrito ya mucho sobre éste tema, libros enteros hablando de la correcta ejecución del hormigón, tiempos de curado, propiedades físicas y químicas, gráficos de resistencias en función de curado, relación agua/cemento y un sinfín de cuestiones técnicas que sin duda merece el curado de hormigón.

    Sin embargo, ¿por qué los operarios y contratistas que realmente tienen que ejecutar el curado del hormigón no perciben esa importancia? Siendo un factor clave para la resistencia y durabilidad del hormigón no conocen en muchas ocasiones las razones por las que es tan importante, por lo que perciben esa operación como una orden de la dirección, un capricho que les hace perder tiempo (ya sabemos lo que eso supone en los destajos) sin que aprecien el objetivo, el fin, la utilidad de realizar un correcto curado.

    ¿Por qué ocurre esto? Quizá porque no se lo han explicado sin tecnicismos ni nadie les ha mostrado de manera clara, concreta y razonada por qué es importante realizarlo.  Los libros están normalmente dirigidos a técnicos, no a quien lo ejecuta.

    Bien, pues mi intención con este post es llegar a ti, contratista, oficial, estructurista a pie de obra, que nadie te ha sabido explicar la tremenda importancia que tiene hacer un correcto curado del hormigón que acabas de verter en ese forjado o en esos pilares, para que conozcas porqué los técnicos nos ponemos tan pesaditos con el riego del hormigón.

    No, no es un capricho.  Sigue leyendo y lo verás.

    A quién va dirigido entonces al post.  A quien ejecuta estructuras o elementos de hormigón, pero también a los técnicos que están hartos de tener que vigilar y exigir una y otra vez que se ejecute el curado del hormigón, para que lo tengan fácil dirigiendo sus explicaciones a este artículo donde pretendo que quede explicado y justificado de manera clara y sencilla.

    Ah, si eres estudiante también te puede servir tener una explicación clara de lo que a veces queda un poco confuso en los libros.  Espero que os sirva.

    Empecemos por el principio.  El endurecimiento del hormigón

    ¿Sabes por qué endurece el hormigón? Sí, claro, porque lleva cemento.  Hasta ahí llegamos, pero ¿Qué ocurre para que ese cemento se ponga duro junto con el resto de componentes?

    El endurecimiento del hormigón se produce por una reacción química que necesita de unas determinadas proporciones de componentes, es decir, determinada cantidad de agua para una cantidad concreta de cemento (u hormigón).  Ni más cantidad, ni menos.  La justa.

    Si hay más cantidad de agua que la necesaria para la reacción química, el agua sobrante acabará evaporando, dejando huecos (muy pequeños en ocasiones) que acabarán siendo poros en el hormigón que disminuirán la resistencia (hay menos masa resistente) y por donde puede entrar el aire exterior y provocar con el tiempo la oxidación de los armados (disminuye la durabilidad).  Es el efecto que se produce con la maldita manía de añadir agua al camión hormigonera.  Ya hablaremos de esto en otra ocasión.

    Por otro lado, si la cantidad de agua es menor de la necesaria para que se produzca la reacción química, ésta no culmina, no se endurece todo el cemento porque no tiene suficiente agua para poder reaccionar y por lo tanto no alcanza la resistencia esperada.

    Ambos casos son malos para el hormigón, un material mucho más delicado de lo que nos pensamos.  Vamos a centrarnos en el segundo caso, en el que falta agua.

    Si hay demasiada agua en la mezcla, mal.  Si hay demasiado poca, también mal.  El hormigón es un material delicado, hay que cuidar muy bien su colocación y las proporciones adecuadas de sus componentes.

    ¿Cómo puede faltar agua en el hormigón?

    Básicamente hay dos razones por las que la proporción de agua puede fallar a la baja, es decir, que acabe faltando agua para conseguir el endurecimiento completo del hormigón.

    1. No se ha añadido suficiente agua durante el amasado.  Muy improbable si el hormigón está fabricado en una planta, pues son procesos informatizados y muy controlados.
    2. Que se pierda agua durante el proceso de ejecución y endurecimiento del hormigón en obra.  Esto se produce debido a la evaporación que puede sufrir el agua del hormigón por el calor que pueda hacer o el viento, que irá evaporando las capas superiores de agua y disminuyendo la cantidad que queda para reaccionar con el cemento y endurecer.  Esto es lo que solucionaremos gracias a realizar un correcto curado del hormigón.

    Ya se va viendo la tremenda importancia del curado del hormigón ¿no?  Pues vamos a seguir contando cosas sobre esto.

    El curado del hormigón evitará la pérdida de agua de amasado, necesaria para conseguir el endurecimiento completo de la mezcla.  Importante ¿no?

    ¿En qué consiste el curado de hormigón?

    Básicamente el curado de hormigón consiste en mantener la humedad de la mezcla para evitar que se evapore el agua que se necesita para mantener la proporción de agua y de cemento y se complete la reacción química de endurecimiento.

    Esto lo podemos conseguir de varias maneras, o bien humedeciendo la superficie de manera periódica para que sea el agua aportada la que se evapore y no la de la mezcla o bien poniendo barreras para evitar que el agua evaporada salga de la mezcla, ayudándole al hormigón a conservar la humedad propia.

    Evidentemente no solo es necesario hacer el curado de grandes superficies como son los forjados, sino que también otros elementos de hormigón como por ejemplo los pilares pueden necesitar de curado.

    Vamos a ver cómo podemos hacerlo.

    ¿Cómo realizar el curado de hormigón?

    Lo primero que hay que saber antes de cómo realizarlo sería conocer cuándo.

    Como he estado comentando, el curado del hormigón lo que pretende es evitar la pérdida de agua de amasado que sirve para hidratar al cemento y conseguir la reacción química de endurecimiento.  La fase de endurecimiento se inicia una vez el hormigón está colocado y ha fraguado, por lo que desde ese momento se debe iniciar el curado.

    Bueno, en realidad un poco más tarde, pues en el momento del vertido la masa es todavía blanda y alguno de los métodos de curado podrían provocar un efecto que no es deseable, que sería añadir agua a la masa todavía fresca y por lo tanto variar la proporción de agua con respecto a la cantidad de cemento, haciendo que sobrar agua y ya hemos comentado el efecto que ésto podría ocasionar.  Hay que esperar a que el hormigón esté fraguado y se pueda pisar.

    En cuanto a métodos para realizar el curado hay varios.  Unos se basan en el aporte de agua para que el agua que se evapore sea la aportada (no la de mezcla) y otros consisten en evitar que el agua de la masa se pierda, en decir, en mantener la humedad existente.  Vamos a ver algunos métodos:

    Riego periódico.

    Es el más comúnmente utilizado por su sencillez y economía, aunque tienen el riesgo de que tiene que ser aplicado varias veces durante la jornada y además no es posible ejecutarlo si no se está trabajando.

    Es un método de aporte de agua que consiste en regar las superficies hormigonadas con mangueras para que la evaporación se produzca sobre el agua que se aporta, no sobre el agua de amasado que necesitamos para el endurecimiento.  Hay que tener cuidado de no empezar el riego demasiado pronto y de no hacerlo con demasiada presión, pues puede producirse el lavado de las capas superficiales.

    Curado de pilares de hormigón mediante regado
    Curado de pilares por riego. Imagen de @elblogdeapa. www.elblogdeapa.com Gracias Sergio

    También hay que tener cuidado si estamos hormigonando en tiempo frío, pues el agua que aportamos puede entrar en poros superficiales que romperían al congelar debido a que todavía no se ha alcanzado resistencia suficiente.

    ¿Cada cuánto habría que regar? Pues el número de veces que sea necesario para mantener la superficie continuamente húmeda.  Claro, eso es complicado si por ejemplo se hormigona en viernes, pues estará la obra todo el fin de semana sin que no haya nadie trabajando, por lo que yo siempre opto por o bien no hormigonar en viernes o bien por prever la colocación de aspersores temporizados.  Si, si, de esos de regar el jardín.  Así no hay que depender que alguien se acuerde de regar el hormigón.

    Uso de telas para mantener la humedad.

    También es un método por el que se aporta humedad adicional a la de amasado, solo que en este caso lo que se humedece son telas (arpillera, sacos de tela, esteras de algodón…) que mantienen la humedad durante mucho más tiempo que el simple regado.  Simplemente hay que tener la precaución de mantener siempre mojadas las telas.

    Es un poco incómodo en el caso de forjados, pues dificulta el trabajo, pero para los pilares es perfecto, pues se envuelven con las telas y no molesta para ninguna otra operación en la obra.

    Curado de pilares
    Curado de pilares con telas. Imagen de @AntonioD1969. http://conescuadraycartabon.blogspot.com.es/
    Curado de pilares con telas húmedas
    Curado de losa con telas. Imagen de @AntonioD1969. http://conescuadraycartabon.blogspot.com.es/

    Hay que tener la precaución de mantener siempre húmedas las telas que se utilicen, pues si se secan producen el efecto contrario del deseado, pues absorberán el agua de la superficie del hormigón, que es precisamente lo que queremos evitar.

    Láminas que eviten la desecación.

    Los métodos que no requieren de aporte de agua a la superficie son los que evitan que el agua de amasado escape de la masa del hormigón debido a la evaporación.  Esto se consigue colocando láminas plásticas que evitan que el agua, aunque se evapore, escape de la superficie del hormigón, consiguiendo que éste mantenga el grado de humedad que necesita para endurecer.

    Se pueden colocar láminas de polietileno o cualquier otro elemento que impermeabilice la salida del agua.

    Curado de hormigón con plásticos
    Foto de @rubenclavijog de http://rubenclavijogonzalez.wordpress.com/

    Es una buena idea combinar estas dos últimas técnicas, pues las telas empapadas con agua se dejarían sobre la superficie del hormigón y si sobre éstas se coloca una lámina plástica se evitaría que se secaran, garantizando la humedad constante sobre la superficie del hormigón.  Esto puede ser muy interesante en determinados casos con alto soleamiento o elevadas temperaturas.

    Curado de hormigón
    Combinación de telas empapadas y plástico para evitar desecación

    Compuestos de curado.

    Es un método similar al anterior, pues su función es la de evitar el desecado de la superficie impidiendo la salida del agua de amasado, pero en este caso se consigue mediante el rociado de compuestos que penetran en los poros del hormigón creando una película superficial impermeable al vapor de agua.  La aplicación de estos compuestos debe hacerse cuando la superficie del hormigón todavía está muy húmeda, prácticamente saturada, ya que hay que evitar que los líquidos sean absorbidos y acaben en las capas internas del hormigón.

    Curado de hormigón con compuestos de curado
    Curado con aplicación de compuestos de curado

    También existen otros sistemas de curado utilizados en la industria de prefabricación, como el curado por vapor o la inmersión, pero no es un caso aplicable a lo que no s vamos a encontrar en la obra, así que no voy a entrar en ellos.

    ¿Durante cuánto tiempo hay que ejecutar el curado de hormigón?

    Esta es una cuestión que depende mucho de la ubicación de la obra, pues no va a ser lo mismo el hormigón colocado en una zona húmeda como puede ser Galicia, con lluvia habitual y ambiente húmedo que una obra en la Región de Murcia, donde apenas llueve y el ambiente es tremendamente seco.

    Si el ambiente es seco, hace mucho sol, elevadas temperaturas o vientos fuertes, el riesgo de evaporación va a ser mayor, por lo que el curado del hormigón evidentemente es imprescindible, pero sin embargo el endurecimiento del mismo es más rápido debido a la temperatura, por lo que el tiempo durante el que haya que mantener el curado sea menor.

    Sin embargo, en un ambiente frío, la velocidad de endurecimiento del hormigón es menor, por lo que el tiempo durante el que se está produciendo la reacción química es más largo, es decir, necesitamos garantizar la adecuada proporción de agua y cemento durante más tiempo, hay que permanecer más tiempo con el curado.

    Como norma general, se considera que hay que estar curando el hormigón hasta que éste ha adquirido el 70% de su resistencia esperada.  Si, vale, ya sé que esto no se puede comprobar a ojo, así que por poner unos tiempos concretos podemos decir que en el caso de que la humedad de la zona sea elevada y la temperatura no muy alta ni mucho viento, habría que mantener el curado al menos 2-3 días.

    Si la humedad del ambiente no es muy elevada, aunque las temperaturas no sean muy elevadas ni haga mucho viento, es conveniente mantener el curado al menos durante 3-5 días.

    En el caso más desfavorable, con humedad relativa del ambiente baja, calor, viento o elevado soleamiento es imprescindible mantener la humedad durante al menos 5-7 días.

    Cuanto mejor se haga el curado mejor va a ser la calidad del hormigón.  Además, si nos pasamos de días de curado no pasa absolutamente nada, así que mi consejo es no escatimar en días de curado quedándonos con los mínimos.  Siempre será mejor.

    Consecuencias de no realizar correctamente el curado de hormigón

    La principal consecuencia de no realizar el curado de hormigón es la pérdida de resistencia final del hormigón, pues como ya he explicado, si se pierde parte del agua necesaria para que se produzca la reacción química de endurecimiento, parte del cemento se queda sin reaccionar y por tanto no es posible que llegue a endurecer por completo.

    Ya solo ésta es una razón que justifica por sí misma la ejecución del curado, pero no es la única, pues también se ve afectada la durabilidad del hormigón, es decir, en qué estado se encontrará el hormigón dentro de unos años.  Esto es debido a que se incrementa la porosidad de las capas superficiales, ya que el agua que se evapora deja sus espacio al aire, quedando poros que a largo plazo favorecen la entrada de ambiente exterior y por tanto la degradación prematura del hormigón.

    Además, a corto plazo puede provocar fisuración superficial de la masa, pues es en la superficie donde se pierde el agua y por lo tanto la masa tiende a retraer para ajustar el volumen perdido por el agua.  Esta retracción por desecado es la que provoca la fisuración superficial que evidentemente afecta no solo al acabado, sino también a la calidad del elemento de hormigón y también de nuevo a su durabilidad.

    Conclusiones

    La primera de todas es que si el curado de hormigón es importante, es barato y le aporta calidad a lo ejecutado ¿Por qué no hacerlo?

    Si no se ejecuta, probablemente no se notará a corto plazo, los que lo ejecuten dormirán muy tranquilos pensando que lo han hecho fenomenal, pero no pensarán lo mismo los usuarios que sufran las reparaciones que seguramente serán necesarias a medio plazo por culpa de la falta de profesionalidad de los que ejecutaron su edificio.  Recordemos que un edificio no es para durar 5 o 10 años, es para durar al menos 50 en buenas condiciones, así que lo ejecutado tiene que estar pensado para durar y te aseguro que, si no se ejecuta de manera correcta, a la larga necesitará actuaciones que se podrían evitar simplemente con regar 3 o 4 días con agua.

    Por último, una vez leído esto, lo que se nieguen a hacerlo son unos necios que no quieres hacer su trabajo como toca, en definitiva, son unos MALOS PROFESIONALES.  Así, con mayúsculas y negrita.

    He dicho.


    Si quieres encontrar más contenido relacionado con la serie de Cuidados del Hormigón, aquí tienes lo que he escrito hasta ahora sobre el tema:

    Calzos separadores de hormigón

    Encofrados para hormigón

    La importancia de un buen vibrado del hormigón

    Esa maldita costumbre de añadir agua al hormigón

    Hormigonar en tiempo frío


    Para redactar este post me he apoyado en algunos libros que tengo por casa, que son:

    • .  Escrito por Álvaro García Meseguer.
    • Puesta en obra del hormigón, de E. Montero Fernández de Bobadilla.
    • Fichas de ejecución de hormigón, de José Calavera Ruiz.
    • EHE-08.  Instrucción de Hormigón Estructural.

    Encuentra otros libros sobre hormigón armado en www.LibrosDeConstrucción.com

    Libros de Construcción. Libros de Hormigón Armado

     

    [hr] [typography font=»raleway» size=»24″ size_format=»px» color=»#666699″]Si te ha parecido interesante [highlight]no olvides compartirlo[/highlight] con tus contactos en las redes sociales, quizá a alguno de ellos también le interese. Gracias.[/typography][hr]

    Alario Arquitectura técnica en Valencia. Arquitecto Técnico en Valencia