Básicamente es una de las necesidades básicas del sector de la construcción… ¡LA FORMACIÓN!
España ha sido un país en el que, como todos sabemos, la construcción ha sido el motor de la economía, un sector recurrente para el dinero fácil, para invertir incluso sin tener dinero para hacerlo, lo que provocó en su momento que se infiltrarán todo tipo de personajes a la sombra de un negocio rentable.
De tan bien que iba el negocio, nadie se preocupó de hacerlo mejor, o al menos bien. ¿Para qué, si todo se vende, sea bueno, malo o regular?. No ha habido nunca en el sector una cultura formativa.
Antes del boom de la edificación, la formación no estaba «de moda», no solo en la construcción, sino en el país en general. Cada uno hacía lo que había estado aprendiendo como peón, luego como oficial y al final como encargado, siguiendo un proceso de aprendizaje natural.
Después apareció el boom. ¡¡¡Construir, construir y construir….!!! Tanto se construye que no queda tiempo para la formación. Cualquiera sabe hacer de todo, pues los que de verdad saben hacerlo están muy solicitados y son muy caros. No hay tiempo para formar, ¡¡¡hay que construir!!!
Los promotores, venidos de los más dispares sectores, con dinero en los bolsillos con afán de duplicarlo, se dedicaban únicamente a eso, poner el dinero sin conocer realmente el funcionamiento del mercado, sus responsabilidades, los agentes que intervienen en la construcción…. ¿Que más dá? ¡¡¡Yo pongo el dinero y que me lo hagan todo!!!
Los constructores estaban más ocupados contratando obras, ampliando oficinas, contratando «curritos» baratos para aumentar beneficios sin pensar en lo que realmente sabían hacer estos trabajadores. Necesitaban muchos, así que no se podían andar con tonterías de perder tiempo formandolos.
También los técnicos tenemos nuestra parte, pues nos hemos dedicado a ir de culo, dirigiendo obras, haciendo proyectos, presentando concursos… Muy ocupados. Seguramente, los técnicos independientes han podido estar más pendientes de actualizar sus conocimientos, pero por desgracia aquellos técnicos que trabajaban para constructoras no han tenido tiempo para actualizarse en nuevas normativas, nuevos procesos constructivos, nuevos materiales o simplemente en aprender a dirigir equipos de trabajo. Evidentemente, tras la crisis y el despido masivo de éstos técnicos de sus respectivas empresas, se han visto en un mercado con muchísima competencia, en el que la formación que no han tenido en cuenta es ahora un factor fundamental.
A continuación, LA CRISIS. Ahora sí que hay tiempo para la formación, pues no se hacen obras, pero lo que no hay es DINERO, por lo que nos volvemos a quedar si formar a los trabajadores.
En definitiva, por unas cosas o por otras, nunca se ha tomado verdaderamente en serio el tema de la formación, tan necesaria para poder hacer las cosas bien, o cada vez mejor.
Van apareciendo carnets de construcción que requieren una formación mínima para su obtención, pero me parece que la formación exigida es tan mínima y generalista que va a ser más un trámite que una solución real al problema.
En mis actuaciones como director de ejecución de obras, como perito, como coordinador de seguridad o cualquier otra función en la que he pisado obra he podido comprobar barbaridades muy gordas, tan evidentes que cualquier persona con un poco de conocimiento se daría cuenta, pero sin embargo los trabajadores que las están haciendo han llegado a enfrentarse conmigo por decirles cómo deben hacer su trabajo.
Un clarísimo ejemplo de ésto es el gremio de los estructuristas. Seguramente sean uno de los oficios más importantes de toda la obra, pues de la estructura depende la sustentación de todo lo demás, de la estabilidad del edificio. Sin embargo, es una de las fases de la obra en las que más hay que pelearse, donde más instrucciónes hay que dar, donde más errores se cometen y donde dichos errores pueden tener consecuencias más graves y sobretodo más caras.
No es posible que los trabajadores que están ejecutando una estructura no conozcan la importancia de cada elemento, de la función de cada material y la forma de colocarlo. ¿Cuantos de vosotros (técnicos) habeis preguntado al estructurista si conoce la EHE? Yo lo suelo hacer en mis obras al principio de la misma para saber a lo que me enfrento y la respuesta suele ser siempre la misma… «¿¿¿y eso que es???». Así no vamos bien, si el que tiene que cumplir una normativa ni siquiera la conoce… !!!
Los profesionales deberían ser conocedores de la normativa que les afecta, la importancia y función de los elementos que colocan y de los sistemas de construcción que ejecutan.
Desde aquí quiero reclamar la formación OBLIGATORIA para ciertos oficios de la construcción (en realidad lo exigiría para todos, pero vamos por partes) de los que dependan partes importantes del edificio, como la estructura. Los estructuristas deberían conocer perfectamente su trabajo y, al igual que los electricistas, deberían hacerse responsables del mismo firmando un boletin al final donde se responsabilice junto con los técnicos de la correcta ejecución de la estructura. Por supuesto apuesto por un «carnet» que acredite la formación para poder ejecutar éste tipo de trabajos.
Otro punto débil de la formación en España es la relacionada con la Seguirdad y Salud de los trabajadores. En un país donde la siniestralidad en obras es tan alta, deberíamos volvernos locos al comprobar el nivel preventivo de los trabajadores que, aunque realizan cursos, charlas y jornadas, no terminan de estar concienciados en hacer su trabajo de manera segura. Seguramente tenga que ver también la falta de formación en la materia del resto de agentes que los rodeán (constructor, promotor, jefe de obra…) Pero del tema de la prevención hablaremos en otro momento.
En resumen, formación, formación y formación es lo que mejorará la calidad de nuestras edificaciones, bajará la siniestralidad y hará que todo funcione mejor. Es lo que suele ocurrir cuando todo el mundo sabe exactamente cual es su labor.
Si queremos mejorar la calidad del sector de la edificación en España, deberíamos hacer grandes esfuerzos en mejorar la formación de TODOS los agentes que intervienen.
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Hola Enrique, me ha gustado mucho tu post porque nosotros igualmente pensamos que la formación ha de ser fundamental en todos los oficios y especialmente en el sector de la rehabilitación. La rehabilitación juega factores muy importantes como la conservación, la innovación, el respeto al bien intervenido o la seguridad con lo que es muy importante que las personas involucradas en cada oficio y tarea que conlleva un proyecto de rehabilitación, han de estar formadas o por lo menos interesadas en conocer todos los aspectos necesarios para realizar un buen trabajo. Te felicito por un post tan completo y claro!
Saludos
Totalmente de acuerdo. Además la rehabilitación es un caso bastante especial en el que l aformación y el conocimiento de lo que se hace puede ser fundamental para no afectar al edificio existente. La rehabilitación es más dificil y por lo tanto precisa mayor formación. Lo malo es que muchoas de los que estaban construyendo mal, ahora están rehabilitando… el tiempo dirá si bien o mal!!!
Un saludo