Los Informes de Conservación de Edificios (ICE) se pusieron en funcionamiento en paralelo a las ayudas para la rehabilitación de edificios, de manera que se comprobara el estado de una edificación para la cual se había pedido ayudas a la Consellería para la ejecución de obras de mejora o mantenimiento.
Una vez recibida la solicitud de las ayudas, la administración se encargaba de designar un técnico de las bolsas de trabajo que se crearon en los respectivos colegios oficiales, tanto de arquitectos como de arquitectos técnicos, de manera que los encargos quedaran repartidos entre ambos colectivos.
Para pertenecer al éstas bolsas, los técnicos teníamos que haber asistido a unas jornadas en las que se nos explicaba el objeto de los informes, la metodología para su elaboración y el manejo del software que se tenía que utilizar, el cual aunque era muy sencillo, tenía varios puntos que creaban en ocasiones discrepancias entre técnicos con diferentes criterios, pero en general facilitaba mucha la redacción del informe por ser un procedimiento bastante sistemático. (más…)